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12. TUS GESTOS
Tratándose específicamente de los gestos del rostro, éstos deben ser
manejados de una forma natural pero, en todo caso, deben usarse, pues
el rostro comunica muchas cosas. Los gestos deben ser acordes con el
mensaje: si el mensaje es serio o grave, tales deben ser los gestos. Si es
amable o es gracioso, así deben ser los gestos.
El retirarse frecuentemente el cabello del rostro, ya sea con una mano, ya
sea con un movimiento peculiar de la cabeza; estarse acomodando los
anteojos o quitándoselos y poniéndoselos; tocarse el nudo de la corbata,
o los botones del saco o abriéndose y cerrándose el saco, la chamarra o
el suéter; o metiéndose y sacándose las manos de las bolsas, etc., distrae la de por sí muy volátil atención del público, misma que con tanto
esmero busca conservar el orador a lo largo de su mensaje.
La regla es no tocarse nada del vestido ni de los accesorios, ni pasar al
frente con algún objeto en las manos. Lo conveniente es pasar con el
cabello sujeto, para que no estorbe; con el saco, chamarra o suéter,
cerrados; y en general, totalmente lista o listo para hablar, sin la
necesidad de corregir sobre la marcha ningún detalle del atuendo y con las manos libres de objetos, para poder utilizarlas en la expresión.
Muy reveladora, en el lenguaje corporal, es la posición de la cabeza. Un
orador cabizbajo, aun cuando todavía no haya dicho nada verbalmente,
ya está comunicando con la postura de su cabeza. En este caso,
inseguridad y temor. Por el contrario, al orador que vemos con una
posición de cabeza muy alta, en donde la barbilla se eleva sobre la línea
horizontal, puede darnos un mensaje de excesiva seguridad y hasta de
prepotencia, lo cual tampoco es conveniente.
La regla es colocar la barbilla en ...
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