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Personajes que lucharon por la igualdad II
Carlos Mugica

El padre Carlos Mugica
El sábado 11 de mayo de 1974 las balas de la asesina Triple A –Alianza Anticomunista Argentina- acabaron con la vida del cura tercermundista Carlos Mugica, pero a pesar de quitarle la vida, no pudieron lograr su objetivo de acallar su lucha por la igualdad. El “cura villero”, como se hacía llamar, adhirióincondicionalmente al Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo y luchó hasta el último día de su vida por mejorar las condiciones con las que vive, aún hoy, la gente más humilde y más olvidada por la sociedad.
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació el 7 de octubre del año 1930 en un barrio de Buenos Aires y proviene de una familia conservadora y de alto nivel adquisitivo. Hijo de AdolfoMugica, quien fuera el fundador del Partido Conservador, y de Carmen Echagüe, hija de terratenientes. Desde sus inicios como religioso se preocupó y trabajó siempre por los más desvalidos y además de las tareas que realizaba en la llamada Villa del Puerto, Mugica era asesor espiritual de la Juventud Estudiantil Católica del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Juventud Universitaria Católica de laFacultad de Medicina.

Carlos Mugica trabajando
El “polémico”capellán porteño, fue muchas veces señalado como un sacerdote subversivo por la masa oligárquica del país y pocos entendieron que él siempre respetó los mandatos de Cristo y demostró siempre su ira contra “las jerarquías clericales comprometidas con el dinero, el privilegio y el desorden establecido en todo el país”. Así fue como LopezRega y sus matoncitos vinculaban groseramente al cura con Montoneros. El problema era que Mugica se había alejado del grupo guerrillero y se encargaba ahora más que nunca a trabajar con la gente que necesitaba en el Frente Villero. Trabajaba con la gente.

Un hombre que luchó por la igualdad de todos
Mugica fue un cura revolucionario, un cura que citaba frecuentemente a personajes como Lenin,el Che, Mao, Marx, entre otros y a los 24 años comenzó a colaborar con el padre Iriarte en las misiones a conventillos y casas de la parroquia Santa Rosa de Lima. Su acercamiento e intención de llegar a esta gente lo marcaría meses más tarde de un modo definitivo. El reconoció haber participado “del júbilo orgiástico de la oligarquía por la caída de Perón. Una noche fui al conventillo como decostumbre. Tenía que atravesar un callejón medio a oscuras y de pronto bajo la luz muy tenue de la única bombita, vi escrito con tiza y en letras bien grandes: ‘sin Perón no hay Patria ni Dios. Abajo los cuervos’ (curas)”. “La gente humilde estaba de duelo, y si la gente humilde estaba de duelo, entonces yo estaba en la vereda de enfrente”.
Al día de hoy, pensar en este párroco es pensar en un serhumano entero que nunca cedió ante el poder de unos pocos y siempre luchó por las personas con menos recursos y más hostigadas por el resto de la sociedad. Su labor en la Villa 31, la cual esperemos que ahora que se piensa urbanizar el asentamiento lleve su nombre, fue inmenso y todos los jóvenes que conocieron su mensaje han crecido con la idea de un mundo y una vida mejor e igualitaria.
“Losúnicos que han cambiado el mundo han sido los idealistas, el más grande de los idealistas a sido Jesucristo”, aseguraba Mugica a la vez de agregar que los únicos que han cambiado el mundo han sido los idealistas y que el más grande de los idealistas a sido Jesucristo. Estas dos grandes verdades eran las que este hombre predicaba con su palabra sin miedo a represalias, todo lo que hacía era por suschicos, por sus sueños.

Mugica trabajando en la Villa 31
“Nuestro pueblo humilde y pobre es el que padece temiblemente la violencia. La violencia de no encontrar trabajo, la violencia de no saber que le va a dar de comer al día siguiente. Lo que yo pienso es que un pueblo es profundamente pacifico mientras tiene paciencia, y la paciencia tiene un limite.” Y el límite es el día a día que esta...