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Esta prótesis robótica obedece a los impulsos cerebrales del paciente y retransmite las señales del cerebro a los nervios de los músculos que quedan sanos después de unaamputación.
El uso de esta tecnología supone un gran salto en el desarrollo de futuras prótesis, ya que permite una amplia capacidad de movimiento y precisión, permitiendo todo tipo de movimientos comodibujar o teclear en el ordenador; además, este brazo biónico puede ser adaptado a cualquier usuario.
Una función interesante que han conseguido restablecer los científicos ha sido la sensibilidad dela piel del brazo, perdida en muchos de los pacientes que se someten a la cirugía, aunque no el tacto, acercándose a una recreación casi perfecta del miembro.
Hasta la fecha, han sido implantadas en50 pacientes, la mayoría militares heridos en combate, y ya están planteando su utilización en otras zonas como piernas.
El doctor Todd Kuiken, director del centro de medicina biónica y deldepartamento de amputados delInstituto de Rehabilitación de Chicago (RIC) afirma “Me di cuenta de que las prótesis actuales realmente se quedaban cortas en su capacidad para mejorar la función y los movimientosde los amputados”.
Otra de las posibilidades que abre el uso de esta tecnología es su implantación en pacientes con lesiones en la espina dorsal mediante chips en la corteza del cerebro capaces decaptar la actividad nerviosa de las neuronas para tratar que los pacientes lleguen a controlar una prótesis.
En resumen, esta tecnología profundiza en el campo de investigación de la biónica y larobótica por lo que, además de los múltiples beneficios sociales, permitirá la aparición de futuras aplicaciones que se incorporarán al mercado en los próximos años.
A continuación se muestra un vídeo...
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