150715 La Pedagog a Libertaria egp

La Pedagogía Libertaria
Ponencia inaugural para el portal www.pedagogialibertaria.org
Julio de 2015
Ernesto García Posada
En 1976 el Diccionario de Pedagogía de Paul Foulquié definía la Pedagogía como “Disciplina que tiene por objeto la educación del niño. Comprende la ciencia del niño (paidología), el conocimiento de las técnicas educativas y el arte de ponerlas en práctica (pedagogíapropiamente dicha).” Y en una consulta en el buscador de Google en julio de 2015 el concepto se define como: “1. Ciencia que estudia la metodología y las técnicas que se aplican a la enseñanza y la educación, especialmente la infantil. «la pedagogía contemporánea está relacionada con la psicología y con la sociología» 2. Práctica educativa o método de enseñanza en un terreno determinado. «pedagogíapublicitaria; pedagogía del deporte; (fig) pedagogía del ocio; (fig) pedagogía de la cultura».” Con pocas y frecuentemente rebuscadas variaciones terminológicas, esa es la idea de Pedagogía que prevalece en la inmensa mayoría de los profesores que forman a los maestros en las facultades de educación y en los posgrados, diplomados y demás recursos del frondoso mercado de créditos profesionales eneducación, así como en todas las dependencias de las autoridades nacionales y trasnacionales del sector educativo. Constituye, pues, el campo de lo que nosotros llamamos la pedagogía convencional.
Varias características pueden y deben denunciarse respecto de la pedagogía convencional. En primer lugar, la insalvable subordinación intelectual a la que condena al maestro. Al poner la “educación del niño”como su objeto propio, la pedagogía convencional queda reducida a lo que los griegos llamaban techné, es decir, un conjunto de dispositivos y prescripciones prácticos para asegurar la ejecución sistemática de una acción sobre un objeto determinado. Por muy sofisticados que sean los dispositivos técnicos, ellos siempre serán el resultado operativo de discursos teóricos y conceptuales que exceden elcampo técnico que le corresponde al operador de la acción prescrita. Claro está que Foulquié, y los pedagogos más críticos, deja abierta una mención a la autonomía intelectual cuando incluye a la “ciencia del niño” dentro del campo de la pedagogía. Mención engañosa que remite a la otra característica opresiva de la pedagogía convencional, el sacrosanto presupuesto de que “el niño es el centro delaula”, objeto de la acción educativa de la sociedad a través del instrumento maestro.
La ilusión de una “ciencia del niño” es uno de esos paradigmas largamente fallidos que se postularon en medio del espíritu cientificista que se levantó con gran alboroto en la segunda mitad del siglo XIX como consecuencia de los grandes triunfos de la matemática, la química, la física y la teoría de la evoluciónde las especies que llevaron a la emancipación definitiva de las ciencias particulares respecto de la tradicional tutela que hasta entonces ejerció sin resistencias la filosofía especulativa. Bajo la idea de emular el portentoso desarrollo logrado por las ciencias naturales, surgen entonces las así llamadas ciencias humanas como proyectos de emancipación epistemológica suponiendo que el Hombrepuede ser un objeto de estudio tan concreto y neutral como lo es la materia para la química o la fuerza para la física. Se despliegan, así, las dos grandes “ciencias humanas”, a saber, la psicología y la sociología, al mismo tiempo que disciplinas como la ética o la antropología filosófica declinan y tienden a desaparecer del panorama intelectual. Y al lado de las ciencias humanas, el campo de lasllamadas ciencias sociales, tales como la economía, la historia, la arqueología y antropología cultural, la demografía, etc., cambian radicalmente sus métodos y presupuestos epistemológicos para adaptarse al nuevo espíritu positivo que se ha impuesto como condición hegemónica para el ejercicio de la investigación y la ciencia.
Sin embargo, después de más de un siglo de desarrollos –incluso algunos...