17 De junio de 1986

17 de junio de 1986

Por: Julián Domínguez López Portillo

Para la mayoría de los mexicanos, el 17 de junio de 1986 es una fecha que pasa inadvertida, posiblemente para algunos aficionados recuerden que ese día Francia le ganó a Inglaterra 2-1 en el Mundial de Futbol México 86, sin embargo, esa fecha es más trascendente, marca el fin de una era y el inicio de una nueva etapa del desarrollopolítico y económico del país. Me refiero a un hecho histórico: fue el día en el que se encontraron de frente, el modelo económico de desarrollo representado por el ”Nacionalismo Revolucionario” representado por la vieja clase política, la llamada “familia revolucionaria”, generación de políticos forjados en la escuela del México posrevolucionario, representantes del Estado Benefactor. Y Por la otraparte, el pretendido “liberalismo social” representado por la nueva generación de “técnico-políticos”, los llamados “Chicago-boy´s”, jóvenes mexicanos egresados de las principales universidades extranjeras, todos alumnos destacados de la entonces innovadora corriente del neoliberalismo. Se preguntarán porque esa fecha en particular y no otra. Para algunos, el inicio de la era neoliberal en México esa partir del arribo a la Presidencia de la República de Miguel de la Madrid, para otros es en el periodo de Carlos Salinas y para otros trasnochados, afirman que el verdadero cambio se dio a la llegada de Vicente Fox. Yo señalo el 17 de Junio de 1986, porque ese día, el entonces Secretario de Hacienda y Crédito Público, Jesús Silva Herzog renunció a su cargo tras una serie de intentos porrenegociar con la comunidad financiera internacional, la deuda externa y propuso la declaratoria de moratoria de pagos. Un hecho tan importante y trascendente para el país, que para la mayoría de los mexicanos pasó inadvertido, en esos días la atención de millones de mexicanos era un campo de futbol, una pelota, Maradona y la Chiquitibum. Sin embargo, la realidad no esperó el pitazo final paramanifestarse, el Presidente Miguel de la Madrid, se enfrentó a la decisión más importante de su sexenio: por una parte, si aceptaba la posición de Silva Herzog y declaraba la moratoria de pagos, tendría que asumir las consecuencias internacionales que ello traería al país; y por otro lado, la posición de su joven Secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, quien se había opuestoabiertamente, desde el inicio del sexenio, a las políticas económicas y financieras del Secretario de Hacienda, y en esta ocasión recomendaba al Presidente la renegociación de la deuda externa y una serie de medidas que implicaban “darle un golpe al timón” no solo a la política económica, sino al modelo mismo.

Dos semanas antes de la renuncia de Silva Herzog a su cargo como Secretario deHacienda, funcionarios estadunidenses y banqueros internacionales revelaron que probablemente en cosa de días se llegaría a un arreglo para conceder entre 5,000 y 6,000 millones de dólares en créditos a México, con el fin de enfrentar su deuda y su deteriorada economía. No obstante los anteriores ofrecimientos de la banca internacional, el entonces titular de la SHCP aseguraba a los dirigentes del sectorprivado que era posible que México suspendiera el pago de 1,600 millones de dólares de intereses, mismos que se deberían pagar en lo que restaba del año. Esta acción -expresó- sería una moratoria, acordada con la banca comercial, por lo tanto, ni arbitraria ni unilateral. En esta situación, todo parecía indicar que el país llegaría -como tradicionalmente venía sucediendo- a un acuerdo con lasinstituciones bancarias extranjeras, por medio del cual lograría al menos condiciones favorables para el pago del servicio de la deuda. El 17 de junio, fuentes bancarias internacionales confirmaron que Jesús Silva Herzog viajaría a Washington para conocer en detalle el paquete de apoyo financiero que se le prestaría a México. Explicaron que los recursos que México podría recibir de parte de la...