1820
Una de laspáginas más oscuras de nuestra historia es la del último viaje del general Manuel Belgrano, a quien la salud obligó finalmente a abandonar el mando del Ejército del Norte para regresar a su Buenos Airesnatal; otra es la de los sesenta y un días de agonía, días signados por las angustiadas gestiones ante el gobierno para intentar obtener un dinero que le permitiera morir sin deudas y con susnecesidades elementales cubiertas.
Estas gestiones, que fracasaron, deben haber dolido y humillado más que la enfermedad al hombre que había nacido en 1770 en una de las familias más ricas de la ciudad ymoría, cincuenta años después, en la pobreza extrema; al hombre que renunció a sueldos o los donó íntegros para mantener a las tropas cada vez que Buenos Aires abandonaba al ejército a su suerte; alque entregó el suculento premio que le dio el gobierno por sus victorias para que se levantaran escuelas que jamás se construyeron.
Su vida fue un ejemplo de abnegación. Cuando terminó la secundaria,sus padres lo enviaron a España a estudiar negocios y matricularse como comerciante. Como la colonia estaba obligada a comerciar exclusivamente con España, si obedecía, tenía su situación asegurada depor vida. Pero él eligió no ser rico. Se inscribió en la Universidad de Salamanca y después en Valladolid, donde se graduó como bachiller en leyes, mientras escuchaba, ávido, las nobles ideas quehablaban de libertad, igualdad, fraternidad y soñaba con pueblos capaces de decidir su destino. Era 1789; del otro lado de los Pirineos estallaba la Revolución Francesa y Belgrano sólo “ veía tiranos...
Regístrate para leer el documento completo.