1979

SILENCIOS
1999, Santander España, Instituto para señoritas “María Dolores”, 7am. Sonaban ya las campanas de ingreso, y ahí estaba Beatriz, sentada en el pupitre junto a la ventana, mientras ingresaba Miss Montiel, profesora de Artes plásticas que empezaba:-señoritas, espero que este nuevo año y la tragedia de su compañera Meredith les haya enseñado mucho, sin más preámbulos continuemos.Después de esta introducción, Beatriz perdió la noción de todo, solo miraba la ventana mientras hacía rayones en la banca, en el cuaderno, la verdad poco le importaba, solo podía pensar en la pobre Meredith, que debería estar sentada en primera fila, con sus coletas rubias siempre bien sujetas, sus lentillas algo molestas, tras la cual ocultaba unos enormes y risueños ojos verdes, colocada elfastidioso uniforme del instituto, el cual dejaba notar su reluciente figura juvenil, pero Meredith no volvería, y lo único que quedaba era Beatriz, la joven del asiento medio en la ventana, de la media coleta negra, piel pálida, y todo común, ni mirada ni sonrisa reluciente .
El estridente sonido de la campana del receso la saco de sus pensamientos, solo cerro el libro que fingió leer, y se levantó desu asiento dirigiéndose, sola, hacia la puerta del salón, mientras lo hacía, Miss Montiel la detuvo bruscamente del brazo –sé que tu tuviste la culpa, Meredith nunca debió conocerte, retírate. Beatriz, solo la fulmino con la mirada dio media vuelta y se dirigió a su único refugio, el ultimo salón de los de primaria, siempre estaba vacío, la mesa quinta, la más oscura, debajo de ellaencontrábamos a Beatriz sollozando, por razones, que ni ella misma lograba entender. Sus mejillas totalmente gastadas por la sal de sus lágrimas, sus ojos, tristes e hinchados, y un corazón destrozado, entro a clases con el profesor Marco, impartía geografía, a Beatriz le gustaba esa clase, entre continente y continente, se perdía en la idea para dejar de recordar la habitación donde encontró a Meredithrecostada y con una carta en su mano, tan romántico, tan dramático, tan de ella, tan, pálida, tan muerta. De repente el profesor menciona algo que deja al salón en un silencio sepulcral: La muerte, la vida, son una luz efímera de alegría y tristeza, nosotros, decidimos que adjetivo ponerle a cada una, ahí por fin, Beatriz, se atrevió a recordar el principio de todo.
Santander, 1998, 3 meses antes delincidente, estaba la hermosa y reluciente Meredith sentada en la banca de la plaza, como siempre, armónica, bella, despreocupada, y a su encuentro llegaba Beatriz, la señorita, que pasa desapercibida; al verla, Meredith se levanta inmediatamente y la recibe con un fuerte abrazo, como que no la hubiese visto en mucho tiempo, la toma del brazo y empiezan a caminar, sin decir nada, ellas así seentienden, tan diferentes, y son las únicas que entienden el significado de la sencillez y lo complejo en una sola cosa. De repente, Beatriz rompe el silencio, y le dice que deberían ir a su casa, que su primo, Ricardo el tipo interesante de la universidad está de vacaciones con ella, Meredith, sin esperarlo se sonroja, ante la risa de Beatriz, pues Meredith siempre ha estado enamorada de Ricardo, lacruel cupido, sin esperar respuesta la lleva hasta su casa, cuando la víctima intenta reclamar, ya estaba frente a la puerta, y Ricardo, su amor, la estaba observando, tan tímida, tan bella. –Hola Bea,, ya era hora. –hola idiota, ya era hora, mira, vengo con Meredith, tu novia, sin antes poder reclamar clava la mirada en la inocente Meredith que tenía la cara escondida entre sus cabellos, que porinvierno los llevaba sueltos, Ricardo, que ya la había visto antes, se quedó perplejo ante el cambio que había tenido, no era la niña de las pecas y frenos de antes, seguía siendo tímida, pero era hermosa –anda ya, la conoces desde que le cambias los pañales, deja de verla o se derretirá, ambos desviaron la mirada antes los regaños de Bea, se sentaron en la sala, Bea, que debido al trabajo de...