1º De Mayo
Cientos de millones de nuevos desempleados y “autoempleados” cuyas microempresas se desploman suman sus demandas a los trabajadores que ven amenazados sus derechos laborales ysociales, su empleo mismo. No generaron la crisis, pero quieren echarla sobre sus hombros: reducir salarios, eliminar turnos, despedir “excedentes”, negar la discusión de convenios colectivos,disminuir los gastos en seguridad laboral o en preservar ecosistemas, abandonar a su suerte a pequeños proveedores de insumos que quedan sin mercados…Todo ello, en un marco de debilitamiento internacionalde la organización sindical, de las tasas de sindicalización, del fraccionamiento y división de las organizaciones por Estados y empresas que promueven el paralelismo sindical y la ideología de “cadauno baila con su pañuelo” y “progresa” exclusivamente en base a sus capacidades propias, desentendiéndose de los problemas colectivos del trabajo.
La crisis replantea a los trabajadores ladespolitización imperante, el debate sobre el modelo de desarrollo económico y social impuesto, sobre el tipo de Estado que necesitamos, sobre los derechos y deberes de los trabajadores y de lasempresas. Y es que la forma de encarar la crisis es una decisión política. Por eso, en los países industrializados las movilizaciones se multiplican demandando a los gobiernos y a los partidos políticosfrenar los despidos, defender el empleo y no cargar la crisis sobre los hombros de los trabajadores. La agitación social crece y el Foro Económico de Davos, que reúne a los intelectuales, políticos y...
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