2 Galeano Eduardo Los Prisioneros

Páginas: 11 (2594 palabras) Publicado: 13 de julio de 2015
Los prisioneros
Eduardo Galeano
El Estado, que jamás va preso, asesina por acción y por omisión. Crímenes por
acción: a fines del año pasado, la policía militar de Rio de Janeiro reconoció
oficialmente que venía matando civiles a un ritmo ocho veces más acelerado que el
año anterior, mientras la policía de los suburbios de Buenos Aires cazaba jóvenes
como si fueran pajaritos. Crímenes poromisión: al mismo tiempo, cuarenta enfermos
del riñón murieron en el pueblo de Caruarú, en el nordeste de Brasil, porque la salud
pública les había hecho diálisis con agua contaminada; y en la provincia de Misiones,
en el nordeste de la Argentina, el agua potable, contaminada por los plaguicidas,
generaba bebés con labios leporinos y deformaciones en la médula espinal.
En la era de la globalización y delmercado libre, el dinero se propone gobernar sin
intermediarios. ¿Cuál es la función que se atribuye al Estado? El Estado debe
ocuparse de la disciplina de la mano de obra barata, condenada a salarios enanos, y a
la represión de las peligrosas legiones de brazos que no encuentran trabajo: un
Estado juez y gendarme, y poco más. De los otros servicios públicos, ya se encargará
el mercado, y de lapobreza, gente pobre, regiones pobres, ya se ocupará Dios, si la
policía no alcanza.
La administración pública sólo puede disfrazarse de madre piadosa muy de vez en
cuando, atareada como está en consagrar sus menguadas energías a las funciones de
vigilancia y castigo. En el proyecto neoliberal, los derechos públicos se reducen a
favores del poder, y el poder se ocupa de la salud pública y de laeducación pública
como si fueran formas de la caridad pública.
El arte de borrar huellas
Mientras tanto, crece la pobreza y crecen las ciudades y crecen los asaltos y las
violaciones y los crímenes. "La criminalidad crece mucho más que los recursos para
combatirla", reconoce el ministro del Interior del Uruguay. La explosión del delito se ve
en las calles, aunque las estadísticas oficiales se haganlas ciegas, y los gobiernos
latinoamericanos confiesan, de alguna manera, su impotencia. Pero el poder jamás
confiesa que está en guerra contra los pobres que genera, en pleno combate contra
las consecuencias de sus propios actos. "La delincuencia crece por culpa del
narcotráfico", suelen decir los voceros oficiales, para exonerar de responsabilidad a un
sistema que arroja cada vez más pobres a lascalles y a las cárceles y que condena
cada vez más gente a la desesperanza y la desesperación.
Las cumbres irradian el mal ejemplo de su impunidad. Se castiga abajo lo que se
aplaude arriba. El robo chico es delito contra la propiedad, el robo en gran escala es
derecho de los propietarios: uno es asunto del Código Penal, el otro pertenece a la
órbita de la iniciativa privada. El poder, que elogiaal trabajo y a los trabajadores en
sus discursos pero los maldice en sus actos, sin pudor alguno recompensa la
deshonestidad y la falta de escrúpulos. La respetable tarea tiene por cómplices a los
grandes medios de comunicación, que mienten callando casi tanto como mienten
diciendo.
¿Denuncias o confesiones?
Y mientras el poder enseña impunidad, esos grandes medios, y sobre todo la
televisión,difunden mensajes de violencia y de consumismo obligatorio. Una reciente
investigación universitaria reveló que los niños de Buenos Aires ven, cada día,
cuarenta escenas de violencia en la pantalla chica. ¿Cuántas escenas de consumismo
ven? ¿A cuántos ejemplos de despilfarro y ostentación asisten cada día? ¿Cuántas
órdenes de comprar reciben los que poco o nada pueden comprar? ¿Cuántas veces

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pordía se les taladra la cabeza para convencerlos de que quien no compra no existe,
y quien no tiene, no es? Paradójicamente, la televisión suele trasmitir discursos que
denuncian la plaga de la violencia urbana y exigen mano dura, mientras la misma
televisión imparte educación a las nuevas generaciones derramando en cada casa
océanos de sangre y de publicidad compulsiva: en este sentido, bien...
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