2 HISTORIA LECTORA

Lunes 1 de octubre de 2012.

Escribir es trascender. Idilberto Jiménez Cecilia.

Escapar no puedo, todo nos ata y por mas que lo he intentado, nuevamente como si fuera una prueba de capacidad intelectual, para ocultarme, la escritura me ha encontrado. Origen es destino - alguna vez escuche decirlo a mi profesora de historia- y como predicción, creo que eso es verdad.
Todos tenemos quecontar algo, por qué o para qué, existen muchas y muy diversas razones, tantas como la cabeza que posee recuerdos a lo largo de veintiocho años de ilusiones, sueños o servicio. Ahora escribo como un ejercicio reflexivo, para no perderme en la bastedad de mis pensamientos, sobre las experiencias que obligatoriamente en ocasiones te regala la vida o en otras que definitivamente te cobra muycaro.

Hoy quiero escribir sobre esos recuerdos que la vida te regala, de los que suenan a felicidad.
Yo crecí siendo un niño feliz, mis primeros recuerdos se enraízan con juegos en la vieja casona de mi abuela, techos abovedados de más de cuatro metros de alto de ladrillo rojo, olor a vigas de pino viejas, paredes de piedra y adobe y aun en mi recuerdo ,los olores de limoneros en el jardín , en mivista, los colores plateados de olivos meciéndose con el viento. Mi paladar todavía saliva con el olor del arroz de mi abuela, que aun causa el enfado de mi madre al decir que no he probado ninguno como el de ella.

Mi padre comerciante de toda su vida aprendió a leer y a escribir de la estricta disciplina de un viejo jesuita español que se comprometió con mi abuelo a enseñarle a escribir y aleer a sus cuatro hijos varones en contraprestación, en pago del préstamo de la vieja casona y su gigantesco patio para impartir el culto en plena Guerra Cristera ya que como se recordará el Profesor Plutarco Elías Calles había suspendido el culto ya que la consideraba Opio del pueblo y México había entrado en la modernidad Positivista . El precio era bajo, si se consideraba la pena defusilamiento por este desacato.

Esa educación religiosa dejó grabado profundamente a mi padre que luego, considero me marcaría a mi también.
Don Virginio Jiménez era un hombre amoroso con los suyos, seco, osco con los muchos otros. Tendría cincuenta y cinco años mi viejo, cuando yo acudí a la primaria por primera vez. Y sino recuerdo mal, eran quejas y reproches de la maestra que por cierto nunca estabaen el grupo, sino comprando su recaudo en el mercado de enfrente de la escuela o cuando no, haciendo de comer en su casa en horas de estudio.
Citó a mi madre una y otra vez para reprocharle la falta de interés que tenía por escribir y leer, mi madre preocupada por esta situación y ante la impotencia de su amor por mi y pese a la recomendación que hiciera mi profesora del uso de la filosofíadel silabario de San Miguel , que la letra con …. pasó la queja integra a mi padre, que lejos de zarandearme y darme una tunda para amar a lectura, me tomo en sus gruesos brazos y dijo… - empecemos a leer.- Cual fue su método, cuales sus estrategias ,lo ignoro, pero hasta el día de hoy mentiría si dijera que no me gusta la lectura, que no me apasiona un libro. La amo como aman los presos a sulibertad , me aferro a ella como la esperanza que da un santo .

“ … quien puede vivir sin mi,
solo el necio, el ignorante,
pues mi nombre es adelante,
soy …el libro “
Bajos recuerdos de un pedazo de poema que recitaba una y otra vez en mi mente infantil de aquellos tiempos.

En cierta ocasión vi dinosaurios en la televisión yo quería saber todo acerca de ellos, así que le pedí a mi padre metrajera un libro de dinosaurios, que hablara de la edad de la tierra, prometiéndome que la próxima ida a la Cd. de México me lo traería, y así sucedió, me trajo un libro que no trataba para nada de dinosaurios, pero si de la tierra.
Me dijo - cuando le pedí tu libro al dependiente de la librería me pidió título, autor, editorial, edición, y tu no mediste nada de eso, al no darle ninguno de los...