2 Mandamiento De La Ley De DIOS
NO TOMAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
Al respecto de lo que ha de significar el Santo Nombre de Dios, el número 2143 del Catecismo de la Iglesia católica dice que
“Entre todas las palabras de la revelación hay una, singular, que es la revelación de su Nombre. Dios confía su Nombre a los que creen en Él; se revela a ellos en su misterio personal. El don del Nombrepertenece al orden de la confidencia y la intimidad. ‘El nombre del Señor es santo’. Por eso el hombre no puede usar mal de él. Lo debe guardar en la memoria en un silencio de adoración amorosa (cf Zac 2, 17). No lo empleará en sus propias palabras, sino para bendecirlo, alabarlo y glorificarlo (cf Sal 29, 2; 96, 2; 113, 1-2).”
Por lo tanto, no es cuestión, para un hijo de Dios, de que el Nombre denuestro Padre se le revele como una característica más del Creador sino que se le confía el mismo porque es voluntad de Dios, en una unión tan especial como la que le une a su creación, que lo tenga como hermoso y gozoso don. Y por eso mismo no puede incurrir en determinadas formas de actuar que menosprecien a Quien le dio la vida porque quiso dársela porque Dios es santo y también su nombre lo es.Por eso, no se entienda que se trata, simplemente, de la unión de unas cuantas letras que conforman el Nombre sobre todo Nombre sino que cuando se pronuncian lo que se hace es mencionar a Dios, Uno y Trino. No extrañe, por lo tanto, que Jesucristo, al enseñar (cf. Lc 11.1) la oración de las oraciones (el Padre Nuestro) dijera “Santificado sea tu nombre…”.
Decíamos arriba que el contenido de losMandamientos es profundo y que no basta con conocer la letra y no profundizar en los mismos. Así, por ejemplo, partamos de la base de que no tomar el nombre de Dios en vano tiene una vertiente positiva y otra negativa. Así, la positiva supone el hecho mismo de honrar el nombre de Dios y el de invocarlo.
Por ejemplo, esto se hace muy bien en el Libro de Job (1, 21) cuando se dice “¡Sea bendito elnombre de Yahvéh!”. Pero, sobre todo, se hace en los Salmos como por ejemplo, los que siguen:
Vuélvete Yahvéh, recobra mi alma,
sálvame por tu amor (Sal. 6, 5).
Bendeciré a Yahvéh en todo tiempo,
sin cesar en mi boca su alabanza, (Sal. 34, 3).
Engrandeced a Yahvéh conmigo,
ensalcemos su nombre todos juntos (Sal. 34, 4).
Espera en Dios: aún le alabaré,
¡salvación de mi rostro y mi Dios! (Sal. 42,12).
Te doy gracias, Yahvéh, con todo el corazón,
porque tú has escuchado las palabras de mi boca (Sal. 138, 1).
Quienes no invocan el nombre de Dios le niegan el honor debido.
¿No son necios todos los agentes del mal
que comen a mi pueblo
que se comen el pan
y a Yahvéh no invocan? (Sal. 14, 4).
Por otra parte, la vertiente negativa supone no incurrir en aquello que supone contradecir lopositivo que tiene el segundo Mandamiento.
Por ejemplo, el hecho mismo de jurar no es que lo prohíba la Ley de Dios. De lo que está en contra es que no se haga con justicia, con verdad y con necesidad que son, digamos, las condiciones que debe cumplir todo juramento para no incurrir, en caso de que así no sea, en una falta contra el Nombre de Dios y, así, contra Dios mismo. De esto resulta que, comopuede ser tan difícil estar en la total seguridad de no faltar a algunas de las condiciones… lo mejor es no poner el Nombre de Dios en solfa en ningún juramento.
No debemos, según lo aquí dicho, caer en el vicio de tener por costumbre jurar porque, como se dice en Si 23, 9-10 “Al juramento no acostumbres tu boca, no te habitúes a nombrar al Santo. Porque, igual que un criado vigilado de continuo noquedará libre de golpes, así el que jura y toma el Nombre a todas horas no se verá limpio de pecado”.
Jurar, por lo tanto, por jurar no nos trae cuenta en nuestro anhelo de alcanzar la vida eterna que, si bien es entregada por Dios no por eso deja de ser importante demostrar que la tenemos como importante para nuestra futura existencia.
Pero existen otras muchas formas de desairar a Dios tomando...
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