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González Catalina
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad del Azuay
Master en periodismo Digital. Centro de estudios Financieros (CEF), Madrid - España
Profesora de la Universidad del Azuay
Correspondencia: cgonzalez@uazuay.edu.ec
Resumen
Un paseo interesante por las variantes que ofrece la carrera de Comunicación, vivenciadas por
el joven Daniel, quienacepta vivir intensamente su profesión desde el mismo momento que
toma la decisión de ser elportaestandarte de la reivindicación. Daniel pasa de ser periodista a
disfrutar la apasionante aventura de ser un comunicador popular; llega a sentir los resultados
de la investigación etnográfica, se convierte en un excelente planificador. Seremos testigos de
cuando Daniel se enamora de Claudia y su vidacambia al descubrir la pasión que viven los
publicistas, y al final se declara ser un eclecticista estratégico, apasionado por vivir lo mejor de
las disparidades que le brinda la Comunicación.
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¡Hablan mucho y no dicen nada!
Esto escuchó Daniel en el almuerzo familiar en casa de la tía Martha, cuando cometió el error
de hacer partícipe a la familia su decisión de estudiar Comunicación.–Ganan muy poco, mejor
estudia medicina- dijo el tío Alejo. Pero no, Daniel encontró lo que quería ser y hacer, y aunque
tuviera a media familia materna en contra no le importaría; algo le decía por dentro que iba a
ser feliz.
La historia tenía antecedentes, para ser más específicos, tenía antecesores. En la familia de
Daniel, su padre y su abuela fueron grandes periodistas, de esos que hoy en día yano se
encuentran.
Daniel sabía que el buen comunicador es el que encuentra una buena historia dondequiera
que vaya, ya sea en el mercado, en el cine o en la calle. Tal como lo hizo su abuela Jacinta que
por cubrir “El Carnavalazo” la noche del 16 de febrero de 1972, cuando se derrocó a Velasco
Ibarra mediante un golpe de Estado, fue detenida y estuvo varios días en prisión.
Daniel quería cumpliresa misión, contar una buena historia, pese a quien le pese y pase lo que
tenga que pasar. Claro está, aún no comenzaba la universidad.
Portaestandarte de la reivindicación
Daniel cursaba el octavo ciclo de Comunicación, realizaba sus prácticas en una radio de la
ciudad, tenía que armarel noticiero del medio día, le encantaba hacerlo; además formaba
parte de un proyecto “Inhouse” de Publicidad yRelaciones Públicas para la Universidad.
Esa tarde iba a una de las reuniones del grupo cuando vio un afiche full color en la cartelera, y
aunque pocos “creen” en el efecto de llamada de un afiche, éste en mención llamó su
atención, invitaba a una charla con la socióloga brasileña Cremilda Araujo Medina, quien
hablaría sobre su obra “El rol del periodista”. En uno de los párrafos inferiores delafiche leyó:
“Son varias y complejas las características que todo profesional de la comunicación debe
reunir para desempeñar el rol que la sociedad le exige”.1
1 El rol del periodista. Araujo, Medina Cremilda. Información obtenida en el catálogo de la
CIESPAL
Su cara se iluminó, sucedió esa conexión que se espera se dé cuando se lee lo que alguna vez
se pensó y quedó en el aire sin conectar. Esaspalabras se le quedaron por unos instantes.
Llevaba algún tiempo pensando en entregar algo a la sociedad, pero no sabía cómo hacerlo.
Era lo que Daniel necesitaba leer; llamó a sus compañeros del grupo, se excusó y fue el
primero en escuchar a Cremilda. En primera fila se lanzó a preguntar titubeante: ¿Qué es lo
que se necesita para ser un buen comunicador? Cremilda respondió y explicó lacomplejidad
que representa ser un buen periodista, de entre sus palabras Daniel extrajo lo que quiso; sabía
desde ese momento que necesitaba pulir su personalidad y lo más importante, identificarse
como portaestandarte de las grandes reivindicaciones del pueblo. Eso era lo que quería,
¡Daniel supo por dónde iba a dirigir su profesión!
La nueva manera de hacer periodismo
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