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de este pseudónimo), es una exquisita historia de amor que conmoverá profundamente a los
lectores. Esta novela de narrativa erótica es la brillante secuela de El infierno de Gabriel, la
nueva sensación de la novela romántica erótica, una historia intensa en todos los sentidos.
Sylvain Reynard teje unaexquisita historia de amor y segundas oportunidades, cargada de
erotismo y pasión. La obra empezó su andadura del mismo modo que Cincuenta sombras de
Grey, en Internet, como un fanfic de Crepúsculo.
Tras varios meses de espera, el profesor Gabriel Emerson y Julia Mitchell, su alumna, acaban
consumando su amor e inician una apasionada relación en la clandestinidad. Apartados del
mundo durante unasrománticas vacaciones en Italia, Gabriel la instruye en las delicias del
cuerpo y en el éxtasis de la sensualidad. Pero a su regreso, su felicidad se ve amenazada por
las estrictas normas académicas y por una ex amante celosa. Tras ser descubiertos, el
consejo universitario exonera a la joven de toda responsabilidad, con la única condición de que
no vuelva a tener contacto con el profesor hasta quese gradúe… ¿Volverán a caer en la
tentación?
Sylvain Reynard
El éxtasis de Gabriel
Infierno - 2
ePUB v1.0
25.03.13
Título original: Gabriel’s Rapture
Sylvain Reynard, 2012
Traducción: Lara Agnelli, 2013
ePub base v2.1
Para mis lectores,
con gratitud
Dante subiendo a la montaña tras Virgilio
GUSTAVE DORÉ (grabado de 1870)
Y ahora mi canto se referirá al segundo reino.
Aquel donde elespíritu humano se purga
para ser digno de entrar en el reino de los cielos.
DANTE ALIGHIERI, Purgatorio,
Canto 1.004-1.006
Prólogo
Florencia, 1290
El poeta soltó la nota con mano temblorosa. Permaneció sentado en silencio durante varios minutos,
quieto como una estatua. De repente, apretó los dientes y se levantó. Recorrió la casa de arriba abajo,
ignorando los muebles y los objetos frágiles quese interponían en su camino; sin hacer caso a los otros
habitantes de la casa.
Sólo había una persona a la que deseara ver.
Recorrió las calles de la ciudad rápidamente, casi a la carrera, hasta llegar al río. Se asomó al
puente, su puente, y escrutó las orillas esperando encontrar algún rastro de su amada.
Pero no estaba en ninguna parte.
No iba a volver.
Su amada Beatriz se había ido.
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Elprofesor Gabriel Emerson estaba sentado en la cama, desnudo, leyendo La Nazione, el periódico de
Florencia. Se había despertado temprano en la suite del ático del Palazzo Vecchio del Gallery Hotel Art
y había pedido desayuno al servicio de habitaciones, pero no había podido resistir la tentación de volver
a la cama para ver dormir a la joven que estaba en ella.
Estaba tumbada de lado, de cara a él, yrespiraba suavemente. El diamante que le adornaba la oreja
brillaba casi tanto como sus mejillas, sonrosadas por el calor de la estancia, bañada por la luz del sol
que entraba por los altos ventanales.
Las sábanas estaban deliciosamente revueltas y olían a sándalo y a sexo. Los ojos de Gabriel se
iluminaron mientras recorrían sin prisa la piel desnuda y el cabello de Julia. Cuando volvió a lalectura
del periódico, ella se movió y gimió. Preocupado, dejó el diario a un lado.
Julia se llevó las rodillas al pecho y se las abrazó, enroscándose. Murmuraba algo que él no logró
descifrar a pesar de inclinarse hacia ella.
Tensándose de repente, Julia soltó un grito desgarrador y los brazos se le enredaron con las sábanas,
lo que la alteró aún más.
—¿Julianne? —Gabriel le apoyó la mano en elhombro, pero ella se encogió ante su contacto.
Luego empezó a murmurar su nombre, cada vez más asustada.
—Julia, estoy aquí —dijo él, levantando la voz.
Cuando iba a volver a tocarla, ella se sentó en la cama de un brinco, tratando de recobrar el aliento.
—¿Estás bien?
Gabriel se acercó a ella, resistiendo el impulso de tocarla. Julia respiraba entrecortadamente. Al ver
que la estaba observando, se...
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