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NUEVA SOCIEDAD NRO. 41 MARZO-ABRIL 1979, PP. 5-13

Alternativas para América Latina: un
nuevo tipo de desarrollo rural con
reforma agraria o la aceleración de la
desintegración social
Jacques Chonchol

La próxima conferencia mundial sobre reforma agraria, que
tendrá lugar en Roma, en julio de este año, es una buena ocasión para reflexionar sobre lo que está ocurriendo hoy en el
agrolatinoamericano y sobre sus consecuencias para el desarrollo global de las sociedades de la región. Nuestro propósito es, pues, luego de presentar algunos hechos sucintos
que ayuden a visualizar la realidad actual del medio rural y
sus repercusiones en el medio urbano, mostrar lo que la falta
de una política adecuada está significando para el grueso de
la población de nuestros países. Trataremos, finalmente,de
indicar las grandes líneas de lo que debería ser una política
de desarrollo capaz de enfrentar los problemas planteados.
Los hechos
A pesar de la rápida urbanización generalizada de las últimas décadas, la agricultura, actividad principal del medio rural, sigue siendo hoy la fuente básica de empleo y de vida del grupo más numeroso de la población latinoamericana. En 1975
cerca del 40% de lapoblación total de la región trabajaba y vivía en y de la agricultura. Sobre un total de 321 millones de latinoamericanos, 124 eran campesinos.
Por otra parte, aun cuando en términos relativos con respecto a la población total,
la población rural y la población agrícola1 están disminuyendo, en términos absolutos están aumentando. La población agrícola total de América Latina, que alcanzaba a unos 87millones de personas en 1950, era de 124 millones en 1975, es
decir, en 25 años aumentó en 37 millones, con una tasa promedio anual de 1.4%.

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La población agrícola, es decir, la que dependa directamente de la agricultura, es en América
Latina alrededor de un 93% de la que vive en las áreas consideradas rurales. El resto de los rurales
trabaja y vive de la minería, del comercio, de los servicios,etc.

NUEVA SOCIEDAD NRO. 41 MARZO-ABRIL 1979, PP. 5-13

Pero la situación de la población agrícola, desde el punto de vista del empleo, del
ingreso y de las condiciones de vida son sin duda mucho más desfavorables que
las del resto de los latinoamericanos.
En lo que se refiere al empleo éste se caracteriza por una aguda desocupación, debida a razones estructurales, agravadas por el modelo demodernización agrícola
que tiende a generalizarse en todas las naciones de la región. Según los estudios
hechos para 15 países latinoamericanos por el PREALC2, más de un tercio de los
28 millones de trabajadores agrícolas que había en 1970 en esos países estaban en
una situación equivalente a la cesantía total.
Esto no quiere decir, por supuesto, que algo más de 9 de los 28 millones de trabajadoresagrícolas no laboraban ningún día del año, pero sí que al lado de unos pocos que tenían trabajo regular y estable durante todo el año, existía una inmensa
mayoría de ellos que no lograba ocuparse sino un pequeño número de días en el
año (entre cien y doscientos y a menudo menos de ciento). Los dos tercios del total de los trabajadores agrícolas de América Latina tenían dificultades para encontrartrabajo regular durante todo el año.
Esta situación de subempleo crónico es en gran parte la consecuencia de factores
estructurales: enormes desigualdades en la distribución de la tierra productiva,
sistemas de monocultivo ligados a la economía de plantación, con agudos desequilibrios en las demandas estacionales de trabajo, sistemas extensivos de explotación de sus tierras por parte de loslatifundistas tradicionales, etc.... Pero, además, este subempleo se ha visto agravado por la forma de la modernización agrícola que se generaliza por toda América Latina desde hace algunos años. Este
proceso en el que los nuevos empresarios agrarios capitalistas tienden a emplear
una fuerte mecanización, subsidiada normalmente por el Estado, facilita el despido de gran parte de los trabajadores...