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Agradecimientos
A todas nuestras maravillosas traductoras, les damos nuestro inmenso
agradecimiento, su trabajo es maravilloso. Muchas gracias tambien al
increíble equipo de corrección. ¡Chicas todas ustedes son lo máximo! Y Un
agradecimiento a todos los lectores que paso a paso nos siguieron
incansablemente de inicio a fin, ustedes nos dan el ánimo necesario para
seguir trabajando ennuevos libros.
sooi.luuli & aLexiia_Rms
Nessie
Criscras13
rihano
Jhos
NomeHodas
Im_Rachell
rodoni
aLexiia_Rms
Caro_Chan
val_277
hanna_marl
vero aquino
Onnanohino Gin
guillugui
eyeOc
Pandora Montgomery
Maia8
sooi.luuli
Elizzen
LadyPandora
* Cary *
Aleti M. M.
Placeres
Susanauribe
Eneritz
lavi
Maia8
bibliotecaria70
Jut
LuciiTamy
Vericity
LadyPandora
Julieta_ArgMaryJane♥
Angeles
Hanna & Vericity
Rodoni
Rangel
Onnanohino
Gin
Indice
Sinopsis
T
ick, tick, tick, tick, tick.
Ya casi es momento para la guerra.
Juliette ha escapado de Punto Omega. Es un lugar para personas como ella,
personas con dones, y también el cuartel general de la resistencia rebelde.
Finalmente está libre del Restablecimiento, libre de su plan para usarla
como un arma y libre para amar a Adam. Pero Juliette nunca estará libre de
su tacto letal.
O de Warner, quienquiere a Juliette más de lo que pensó que fuera posible.
En esta emocionante secuela de Shatter Me, Juliette tiene que tomar
decisiones que le cambiaran la vida, entre lo que quiere y lo que piensa que
es correcto. Decisiones que podrían involucrar escoger entre su corazón, y la
vida de Adam.
Capítulo 1
E
l mundo podría ser soleado hoy.
La granbola amarilla podría derramarse en las nubes, llorosa y
yemosa y desdibujarse en el cielo azul, brillante con fría
esperanza y falsas promesas sobre encontrar recuerdos, familias reales,
amorosos desayunos, pilas de panqueques mojados en sirope de arce en un
plato, en un mundo donde no exista nada más.
O quizás no.
Quizás está oscuro y húmedo hoy, con el viento soplando tan punzante, queaguijonee la piel de los nudillos de un hombre adulto.
Quizás está nevando, quizás lloviendo, no sé si quizás esté helando o
granizando o haya un huracán convirtiéndose en tornado y la tierra esté
desgarrándose para dar cabida a nuestros errores.
No tendría ni idea.
Ya no tengo ventana. No tengo una panorámica. Hay un millón de grados
bajo cero en mi sangre y estoy enterrada en una habitación de
entrenamiento a 15 metros bajo tierra, que se ha convertido en mi segundo
hogar últimamente. Cada día miro estas cuatros paredes y me recuerdo que
no soy una prisionera no soy una prisionera no soy una prisionera, pero a
veces, el viejo miedo se extiende por mi piel y no parezco poder romper la
claustrofobia atorándose en mi garganta.
Hice tantas promesas cuando llegué...
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