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Editorial: Fondo de Cultura Económica
Primera Edición Edición en Alemán año 1982
Edición en español 1987‐ Traducción de Carlos Martín.
Reseña: Sabina Crivelli
En este ensayo Norbert Elías aborda el fenómeno de la muerte en la sociedad occidental a
partir de la relación de los vivos con los moribundos y con la idea de la muerte. Su análisis,
realizado desde una perspectiva histórica de larga duración, se centra en especial en las
sociedades que considera desarrolladas.
La obra si bien es breve en su extensión, debería ser leída teniendo en miras las elaboraciones
anteriores desplegadas sobre todo en una de sus obras centrales, “El proceso de civilización”, ya que en cada uno de los planteos de “La soledad de los moribundos” puede leerse de fondo
lo expuesto por Elías en sus anteriores trabajos.
Elías inicia su argumentación recordándonos que desde hace milenios la función central de la
convivencia social entre los hombres es protegerse del aniquilamiento. No obstante, plantea
que las formas de experimentar la muerte difieren de una sociedad a otra y desde su óptica, la respuesta a la pregunta de qué es lo que pasa con el hecho de morir ha ido cambiando en el
curso del desarrollo de la sociedad, en sus diferentes estadios, y en cada grupo 1 .
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Es importante no perder de vista que en el planteo de Elías desplegado en El proceso de civilización surge que las formas de comportamiento consideradas características del hombre “civilizado” occidental no han sido siempre igual, sino que son fruto de un
complejo proceso histórico en el que interactúan factores de diversa índole que dan lugar a transformaciones en las estructuras sociales y políticas y también en la estructura psíquica y del comportamiento de los individuos. Para el autor a lo largo de muchos siglos se fue
produciendo una transformación paulatina que derivó en los comportamientos que conocemos. Por otra parte, a medida que avanza el
proceso de civilización se va diferenciando una esfera íntima o secreta y otra pública, de tal manera que se constituye un comportamiento en cada una de éstas. Esta división se fue convirtiendo en un hábito hasta tal punto dominante que ni siquiera se es
consciente de ella. Elías pretende demostrar que la estructura de las funciones psíquicas y la orientación del comportamiento están
íntimamente relacionadas con la estructura de las funciones sociales y con los cambios en la relación entre los seres humanos. Este es un
proceso que, para el autor, con variaciones se da en todas las sociedades, no sólo en las occidentales, y aunque no está dirigido
racionalmente, ni tampoco es rectilíneo, se observa en él una tendencia a la igualación de las formas de vida, conducta y
comportamiento, es decir, a la nivelación de los grandes contrastes. Y lo cierto es que a lo largo de un tiempo extenso, a través de un mecanismo complejo de coacciones y auto‐coacciones y de interdependencias, se fue produciendo una transformación progresiva del
comportamiento hasta alcanzar la “civilización” actual. Es importante no perder de vista que el proceso de civilización supone una
transformación del comportamiento y de la sensibilidad humanos en una dirección determinada, pero no de una forma consciente o
racional.
Desde su perspectiva, si bien en el curso de un proceso de civilización van cambiando los
problemas de los hombres, esto no ocurre de una manera desestructurada y caótica sino que,
en la sucesión de los problemas humano‐sociales, puede reconocerse un orden específico de la
consecución. 2 Tal es que los problemas adoptan una forma de acuerdo con cada estadio. ...
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