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XVIII

Pleito que se puso en la Abadía de Parraees para el exterminio de la langosta
Ano de 1650
OR los años de 1647 a 1650 afligió a los pueblos
de la Abadía de Par races (1), en la actual provincia de Segovia, asoladora plaga de langosta,
y causó tal estrago que los labradores de algunos lugares pensaron en abandonar sus casas y familias.

P

(1) Entre el Voltoya y el Eresma, dentro del extensoterritorio
segoviano cerrado por la capital, Martín Muñoz, Villacastín y El
Espinar, radicó la antigua Abadía de Santa María la Real de Párraces.
Cuándo fué donada y cuándo se desprendió de ella el cabildo
eclesiástico de Segovia, son fechas no sabidas con precisión; pero
lo cierto es que esta Abadía ejerció jurisdicción en los pueblos
y aldeas de Aldeavieja, Bercial, Muño-Pedro, Marugán, Cobos,Etreros y San García, y en los hoy despoblados de Chávente, Bernuy,
Aldeanueva, Modua y Moñivas. Los sucesos y fortuna de los habitantes de la opulenta Abadía no nos interesan por ahora; sólo, para
comprender por completo lo que ha de seguir, apuntaré que en 1565
fué anejada con toda su jurisdicción a San Lorenzo el Real de El
Escorial por Felipe II, y el prior del Monasterio Escurialense siemprellevó, entre otros títulos, el de abad de Santa María de Párraces, abadía exenta del Ordinario de Segovia, y reconocida como tal y
veré nuttias por los papas Pío II y Sixto IV.
Véanse: Madoz, Diccionario, XII, 704, Madrid, 1849; Conde de
Cedillo, La Abadía de Párraces, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, año X X X I X , junio de 1931, págs. 81-89,
y mis notas a las Memorias de Fr.Antonio de Villacastín, en "Documentos... de El Escorial", I, págs. 40-41, Madrid, 1916.
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA DE LA HISTORIA

Pusiéronse en ejecución los remedios acostumbrados en urgencias semejantes, saliendo a coger la langosta hombres, mujeres y niños, soterrándola en grandes hoyas y quemándola en hogueras; mas viendo que
de nada aprovechaban las diligencias y esfuerzos humanos,acudióse a los exorcismos que la Iglesia tiene y
emplea para tamañas calamidades.
Todo obtuvo idéntico negativo resultado, y, contemplándose abocados al hambre y miseria común, echaron
mano del último y extremo recurso: se excomulgó a la
langosta para que en el plazo de veinticuatro horas
abandonara los lugares y campos infestados.
Pero antes de proceder a la excomunión, se les formó pleito,ajustándolo a términos de derecho, y se les
nombró tribunal competente, con fiscal y procurador,
los cuales habían de acusar y defender a los nocivos
animalejos ante el vicario de Santa María de Párraces,
fray Pedro de la Trinidad (1), juez de la causa, en nombre y veces del reverendísimo padre fray Nicolás de
Madrid, a la sazón prior de San Lorenzo el Real de El
Escorial, y abad de Párraces, cabezaespiritual de los
pueblos atribulados (2).
Procesos de excomunión de esta clase no han sido
nunca frecuentes, sino, al contrario, muy raros; y nuestros teólogos y moralistas Ciruelo, Soto, Vellosíllo, Valencia, Salón, Pedro de Aragón, Manuel Rodríguez,
Enrique Enríquez, Alfonso Vega, Frechilla, Espino,
(1) Fray Pedro de la Trinidad, monje profeso de San Lorenzo de El Escorial, fué natural de Meco,"sujeto de lucidas prendas,
de mucha gracia en el predicar, de suavísima conversación, y así
fué el gobierno siendo Rector del Colegio (de San Lorenzo), y en
otras prelacias de la Casa (de San Lorenzo) y de la Orden, amado
y venerado de todos, humilde y manso de condición". Murió, siendo prior, en Carmona. P. Fr. Francisco de los Santos, Qúarta
parte de la Historia de la Orden de San Gerónimo, lib. IV,cap. XV,
página 783, c.a 2. a , Madrid, 1680.
(2) Fray Nicolás de Madrid, andando el tiempo, ascendió a
las sedes episcopales de Astorga y Osma.

PLEITO PARA EL EXTERMINIO DE LA LANGOSTA

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Navarro, Tomás Sánchez y otros, los reprobaron como
cosa vana, mala y supersticiosa, y aun algunos de ellos
no dudaron en sostener que es pecado mortal fulminar
directamente contra las langostas la...