2003_la_primavera_de_los_setenta
Páginas: 19 (4723 palabras)
Publicado: 4 de noviembre de 2015
Luis Alberto Romero
En César Tchach (comp), La política en consignas.Memorias de los setenta. Rosario, Homo
Sapiens, 2003.
El 29 de mayo de 1969 la sociedad argentina se puso en movimiento. 1 Por cierto, todo en la
historia tiene su historia, y hay una larga preparación del Cordobazo, pero en la realidad y
en el imaginario de la sociedad los sucesos de Córdobaoperaron como un acontecimiento
fundador. Muchos procesos y factores, internos y externos, que ya estaban en el ambiente,
se anudaron allí: la Revolución Cubana, generadora de mitos, estrategias y tácticas; la
agitación del mundo católico en torno del Concilio; la guerra de Vietnam, donde se mostró
que el gigante no era invulnerable; las movilizaciones estudiantiles, de México a París o
Praga, y la olade juvenilismo; el Mayo francés...
1
Me baso en lo que he escrito en mi Breve historia
contemporánea de la Argentina, Buenos Aires, Fondo de Cultura
Económica, 2da edición, 2001, y en “Apogeo y decadencia de la
politica en las calles, 1969-1999”, en José Luis Romero y
Luis Alberto Romero (directores), Buenos Aires, historia de
cuatro siglos, 2da ed., Buenos Aires, Altamira, 2000. En
amboscasos me he apoyado en un conjunto de excelentes
estudios, entre los cuales destaco James P. Brennan, El
Cordobazo. Las guerras obreras en Córdoba, 1955-1976. Buenos
Aires, Sudamericana, 1996, y Agustín J. Tosco. Por la clase
obrera y la liberación nacional. Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 1999. Juan Carlos Torre, Los sindicatos en
el gobierno, 1973-1976. Buenos Aires, CEAL, 1983. LilianaDe
Riz, Retorno y derrumbe. El último gobierno peronista. Buenos
Aires, Folios, 1981. Daniel James, Resistencia e Integración:
El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976.
Sudamericana, Buenos Aires, 1990. Alfredo Pucciarelli (ed.),
La primacía de la política. Lanusse, Perón y la Nueva
Izquierda en tiempos del GAN, Buenos Aires, Eudeba, 1999.
Oscar Terán, Nuestros años sesenta, BuenosAires, Puntosur,
1991 y Richard Gillespie, Soldados de Perón. Los montoneros.
Buenos Aires, Grijalbo, 1987.
2
Todo ello sumó algo a una realidad local que ya tenía dos elementos explosivos y
potencialmente incontrolables: la resistencia del peronismo proscrito, unida a las reacciones
que el giro del capitalismo, renovado a fines de la década de 1950, estaba produciendo en el
mundo del trabajo.Luego de 1966, el gobierno de la Revolución Argentina terminó de
definir la situación: la política económica lanzada por el ministro Krieger Vasena, destinada
a estimular los sectores más eficientes y concentrados del capitalismo, afectó a diestra y
siniestra y dio impulso a lo que en la época se llamaban las “contradicciones secundarias”.
Así se unieron en un reclamo común trabajadores,chacareros, cuentapropistas,
comerciantes y empresarios medianos o pequeños. Por otra parte, el manejo dictatorial del
presidente Onganía desató quejas, reclamos y protestas indignadas de quienes sufrieron sus
demostraciones de autoridad, desde los estudiantes hasta los trabajadores del puerto,
incluyendo los jóvenes barbados, las jóvenes con minifalda, los frecuentadores de albergues
transitorios ociertos artistas de fama internacional, muy convencionales y conservadores,
como Alberto Ginastera y Manuel Mujica Lainez.
Onganía y Krieger lograron transformar un cuadro variado, confuso y contradictorio de
malestares y protestas en una oposición común contra “la dictadura y el imperialismo”,
punto central de un imaginario revolucionario 2 ; durante los seis años siguientes la
“primavera de lospueblos” se expandió sobre la sociedad, que así impulsada desplegó una
ingente capacidad de movilización. Como a otros muchos imaginarios revolucionarios, lo
caracterizaba la convicción acerca de la unidad de intereses del pueblo y su radical
oposición con los enemigos del pueblo; luego, la certeza de conocer las causas de esa
oposición, pues la realidad, que en otras ocasiones resultaba opaca e...
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