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«Los nueve monstruos de César Vallejo»
No ha disminuido en la actualidad el extraordinario interés que la crítica especializada siente por la figura y la obra literaria del gran escritor
peruano César Vallejo, si bien las interpretaciones acerca de la ideología
que entrañan sus textos difieren notablemente: mientras No~l Salomon
aboga por un trasfondo marxista en buenaparte de sus composiciones,
Juan Larrea observa una raíz cristiana, profundamente evangélica, de la
que surge un universo poético surcado por la caridad fraterna’. Se ha reiterado el carácter casi intimo que albergan Poemas humanos. Bajo este
título —no exento de polémica sobre lo atinado del mismo— se aglutina
una serie de criaturas poéticas de tono pesimista y desgarrados a veces, y
otrasesperanzador que no hacen más que reflejar las intimas contradicciones del espíritu de su creador. Es Gonzalo Sobejano2 quien afirma
que el titulo se escogió pensando en «los hermanos hombres» que despiertan en él un sincero y profundo amor. En ellos el poeta contempla
universalizadas las limitaciones —dolor, deseo, hambre— que en sí mismo experimentaba. Hombres, animales corpóreos dotados de un almatambién tangible, material y finita como la envoltura ósea y carnal. De
aquí —y según Sobejano— la abundancia de términos somáticos que
apuntaban ya en Los heraldos negros y Trilce.
Estas observaciones pueden comprobarse fácilmente en Nod Salomon: «Algunos aspectos de lo ‘humano” en Poemas humanos», en Angel Flores: Aproximaciones a César Valíqo. Nueva York. Las Américas, 1971. Título II y JuanLarrea: César Vallejo o flispanoamérica en la cruz de su razón. córdoba. Argentina. Universidad Nacional de córdoba, 1958.
2 Gonzalo Sobejano: «Poesía del cuerpo en Poemas humanos» en 1. Ortega: «césar Vallejo. Madrid. Taurus, 1974, págs. 335-346. Vid. También césar Vallejo: Poesía comp/eta. Barcelona. Barral Editores 1978. En el prólogo Juan Larrea incluye en Poemas póstumos los siguientes poemarios:Nómina de huesos, Sermón de la Barbarie y España, aparte de mí este
cáliz. El poema «Los nueve monstruos» se incluye en el segundo.
Anales de literatura hispanoamericana, núm. 16.
Ed. Univ. complutense, Madrid, 1987
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C. González-Cobos Dávila y M. L. García-Nieto Onrubia
Sobradamente conocida resulta la influencia, declarada frecuentemente, que nuestro poeta ejerció sobre buena parte de lapoesía española de
postguerra, desde Oteros, los poetas de Espada ña hasta Angel González,
por no citar más. Y es que, en esencia, es una misma actitud proyectada
hacia los demás la que informa la obra madura de Vallejo y la de los poetas españoles mencionados. En los numerosos y variados trabajos en torno a Poemas humanos, es fácil comprobar la atracción e intriga que suscita la composiciónllamada Los nueve monstruos y, en particular, ciertos
versículos de sentido aparentemente extraño y aún enigmático.
Quizá estas apreciaciones constituyen la razón por la que los análisis
sobre este texto escaseen e incluso adolezcan de superficialidad. Tal es la
escasez que, si nuestra información ha ido bien encaminada, únicamente
3. Higgins4 ha abordado con seriedad pero con discutibles resultadosel
poema que se convertirá en objeto de nuestro interés. Sin duda, se presenta ante nosotros un reto al que difícilmente podemos sustraernos, a
pesar de los complejos escollos que habremos de sortear. Intentaremos,
en consecuencia, otro acercamiento con el fin de profundizar en el texto
y aportar una nueva visión de éste. Parece oportuno reproducir, para mayor comodidad del lector, el poema:
Losnueve monstruos
desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
Y,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor, dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolemos doblemente.
Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en...
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