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Ensayo

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El espacio religioso en México
y las superficies de paraboloide
hiperbólico de Félix Candela
Juan Gerardo Oliva / Marcos Javier Ontiveros H./ Eric Valdez O.
Laboratorio de Estructuras de la Facultad de Arquitectura de la unam

Iglesia de San Antonio de las Huertas,
1956, Ciudad de México
Enrique de la Mora, Fernando López
Carmona y Félix Candela
Fotografía: Marcos OntiverosBITACORA 23 final.indd 62

El presente artículo explora el trabajo que el arquitecto de origen español Félix
Candela Outeriño realizó en México con relación a la arquitectura religiosa. Esta
investigación pretende contribuir al debate sobre la relación de la forma y un comportamiento estructural eficiente, sin embargo esta se presenta desde la perspectiva del espacio habitable. El artículo iniciacon algunas referencias y reflexiones
sobre la habitabilidad y la relación entre forma y estructura, además de un análisis
crítico de la producción arquitectónica contemporánea. Posteriormente se presenta
una revisión cronológica del espacio religioso en México, desde el periodo prehispánico hasta el siglo xx, con las aportaciones al campo de la arquitectura religiosa
realizadas tanto porarquitectos mexicanos como por Félix Candela. Finalmente se
exponen una serie de reflexiones sobre las superficies alabeadas con respecto a la
creación de espacios que contribuyen a mejorar la calidad de vida.
Palabras clave: Félix Candela, cascarones de concreto armado, superficies alabeadas, sustentabilidad

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Félix Candela Outeriño y reconocidos arquitectos mexica-

nosdesarrollaron, a partir de 1949, sistemas estructurales
con base en cascarones de concreto armado, y fue en la
arquitectura religiosa –uno de los géneros de edificios que
exploraron–, donde encontrarían la posibilidad de conjugar
magistralmente la forma con un comportamiento estructural eficiente. En el presente artículo se analiza esta relación
forma-estructura desde la perspectiva del espacio habitable.
Endicho contexto el concepto de “habitabilidad” se refiere a
ámbitos con la suficiente calidad espacial para permitir al ser
humano llevar a cabo sus actividades cotidianas.
Martin Heidegger invita a reflexionar sobre las propiedades que favorecen a la creación de una buena arquitectura:
El construir como el habitar, es decir, estar en la tierra, para la
experiencia cotidiana del ser humano es desdesiempre, como
lo dice tan bellamente la lengua, “lo habitual”… La esencia del
construir es el dejar habitar. La consumación de la esencia del
construir es el erigir lugares por medio del ensamblamiento de
sus espacios. Sólo si somos capaces de habitar podemos construir… Pero ¿de qué otro modo pueden los mortales corresponder a esta exhortación si no es intentando por su parte, desde
ellos mismos,llevar el habitar a la plenitud de su esencia? Llevarán a cabo esto cuando construyan desde el habitar y piensen
para el habitar.

El construir no significa que se hará una buena arquitectura, aun si se ha diseñado con las tecnologías y los materiales
constructivos más recientes. ¿Por qué construimos? El construir pudiera obedecer a la habitabilidad, pero también a otros
motivos; por ejemplo,seducir, impresionar o intimidar, como
ocurre entre quienes tienen el poder. El Domo del Milenio, de
Richard Rogers, se convirtió en una víctima de esta manera
de construir, que nada tiene que ver con la habitabilidad.
“Y así se construyó El Domo del Milenio, el gesto más vacío de
la vida cultural británica”, escribe Deyan Sudjic al respecto en
su libro La arquitectura del poder.
El pensamiento deFélix Candela
A diferencia de la numerosa producción arquitectónica de
nuestros días, la obra de Félix Candela no obedeció a otra
razón que la de resolver el problema de habitabilidad de la
manera más eficiente para la sociedad mexicana, una sociedad
con un ingreso per cápita mucho menor que el existente en
Europa, una sociedad que puede identificarse por las grandes
diferencias entre la pobreza y...