3 De Noviembre De 1903
Por: Díaz Espino, Ovidio
EDICION 164
AGOSTO DE 2003
3 DE NOVIEMBRE DE 1903
EL DÍA EN QUE PANAMÁ PROCLAMÓ SU
INDEPENDENCIA
Por: Ovidio Díaz Espino
Tomado de: Revista Credencial Historia.
(Bogotá - Colombia). Edición 164
AGOSTO de 2003
E l día anterior, a las 5:30 p.m., con 42 marines a bordo, el USS Nashville echóanclas frente a la tranquila ciudad de Colón, sobre el Atlántico. Cerca de la media noche, la cañonera colombiana Cartagena llegó también a la bahía, con cinco generales y el batallón Tiradores,conformado por unos 500 hombres. Había zarpado de Barranquilla, comandada por el general Juan B. Tobar con el encargo de sofocar una supuesta invasión nicaragüense.
A las 6:00 a.m. del martes 3 de noviembre,Manuel Amador Guerrero ya estaba recorriendo angustiado las calles con el estómago vacío, sin saber cómo impedir la deserción de los conspiradores. Herbert Prescott superintendente asistente de la Panamá Railroad Company, le había informado sobre el arribo del Cartagena. Amador rogaba que los Estados Unidos cumplieran su parte del trato y no permitieran el desembarco de las tropas colombianas. Sinembargo, a las 8:30 a.m. llegaron pésimas noticias de Colón.
Cuando amaneció, el coronel John Hubbard, comandante del Nashville, subió a bordo delCartagena y entendió erróneamente que las tropas colombianas habían llegado para relevar del mando a la guarnición de Panamá. El comandante del Cartagena, el fornido general Juan B. Tobar, de cincuenta años, le dijo a Hubbard que pensaba desembarcar consus soldados. Como no conocía su misión, Hubbard no puso ninguna objeción.Se suponía que Hubbard no debía haberlos dejado pisar tierra. El presidente Roosevelt se había tomado el trabajo de enviar a dos oficiales de West Point para recopilar información de inteligencia con el objeto de impedir el desembarco de tropas colombianas. Además, el 1 de noviembre el secretario encargado de la Marina,Charles Darling, había despachado órdenes de impedir que los soldados colombianos pisaran suelo panameño, pero era domingo y el cable aún no le había llegado a Hubbard cuando subió a bordo del Cartagena. Por consiguiente, Hubbard permitió el desembarco en Colón de tres generales y 500 tiradores expertos colombianos, una fuerza con la cual tendrían que vérselas los revolucionarios.
"Desagradable". A William Cromwell, J.P. Morgan y W.H. Taft
les preocupan las pruebas dispersas.
Caricatura de F. Dowers.
Cuando los conspiradores de la ciudad de Panamá se enteraron, entraron en pánico. Tomás Arias, un acaudalado terrateniente, y varios otros recorrieron afanosamente las estrechas calles adoquinadas buscando a Amador. Lo encontraron deambulando por los callejones. Furiosos, le dijeron que noquerían tener nada que ver con la revolución y regresaron a sus hogares.
Amador volvió a su casa y se acostó en la hamaca del patio interior. También él estaba dispuesto a abandonar la causa; la revolución había llegado a su fin. Cuando su esposa, María, lo vio, le ordenó que se levantara y prácticamente lo sacó de la hamaca de un empellón. "Hemos llegado demasiado lejos como para darnos por vencidosahora. Con soldados o sin soldados, ¡la lucha tiene que continuar!".
Amador se levantó a regañadientes. Con María a la vanguardia los dos salieron a las calles para convocar a los demás conspiradores a una reunión de emergencia en la casa del superintendente Herbert Prescott. Allí, María de Amador ideó un plan para afrontar la angustiosa situación. (Años después los conspiradores varones negaríanel papel que desempeñó, en un intento por reafirmar su propio prestigio). Primero, sugirió que se separara a los generales colombianos de sus tropas. El coronel James Shaler, que estaba encargado de la estación del ferrocarril en Colón, enviaría a los generales por tren a la ciudad de Panamá, dejando en Colón a la tropa. Ya en Panamá se vería qué hacer con los generales (uno de los planes era...
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