3 Marias y 1 Rosa Escena
CUADRO CUARTO
Pasó el tiempo. En la radio se escucha “Pobrecito mortal”; MARUJA y ROSITA extienden un plástico sobre el patio. Luego sacan una gran cantidad de trapos multicolores de dos grandes bolsas y los desparraman sobre el plástico. De rodillas, comienzan a ordenarlos.
ROSITA: ¡Que me gusta el Florcita Motuda a mí! Lo encuentro tan simpático… igual al Rafa. Claro que elRafa dice que él es mucho más pintiao. Si lo imita igual… (Hace imitación)
MARUJA: No se mueva tanto, Rosita.
ROSITA: ¿Qué están lindos estos materiales, no? ¡Mire este pantaloncito! Pal’ Chapulín…
MARUJA: Lléveselo.
ROSITA: ¿Y pa’l Rafita?
MARUJA: Esta chalequita.
ROSITA: Está bonita, ¿ah?
MARUJA: Si esta es ropa importada, Rosita. Déjese algo para usted.
ROSITA: No. Pa’los niños no más.¿Usted no tiene niños hombres, que no se ven nunca?
MARUJA: El mayor mío está en San Francisco.
ROSITA: ¿San Francisco de Mostazal?
MARUJA: San Francisco de California.
ROSITA: ¿Ah?
MARUJA: (Tomando es costurero). Mire. (De un sobre saca una fotografía). ¿Ve el remitente? ”San Francisco, California, Estado Unidos”. El Negro no quiso irse. “Que salga él, que es joven”, dijo. Y aquí nos quedamos.ROSITA: Es abuelita usted ¿ah?
MARUJA: Ya. Vamos a buscar la bolsa grande, que tenemos harto que hacer.
ROSITA: La señora Luchita me dijo que le dijera…
MARUJA: ¡No quiero saber nada de la María Luisa yo!
ROSITA: Viera que anda afligida...
MARUJA: Pa’pelarme si que no anda afligida…
(MARUJA entra a la casa. ROSITA se queda sola y va hacia la puerta de calle, donde esperan MARIA LUISA yMARIA ESTER)
MARIA LUISA: ¿Y? ¿Qué dijo?
ROSITA: No me dijo nada.
MARIA LUISA: ¿Cómo no le iba a decir nada?
ROSITA: ¿Y qué me iba a decir, si no he hablado con ella todavía?
MARIA LUISA: ¿Y a qué hora va a hablar?
ROSITA: Ahora puh…
MARUJA: (En off, desde adentro) ¡Rosita!
ROSITA: ¡Voy!
MARIA LUISA: No se vaya a achaplinar, pues, Rosita.
MARUJA: (En off) ¡Rosita!
ROSITA: ¡Voy, señoraMaruca! (A MARIA LUISA y MARIA ESTER) No vayan a entrar, porque ahí sí que se va a enojar, ¿ah? (Entra a la casa).
MARIA LUISA: (Entrando al patio) Entremos, no más.
MARIA ESTER: Yo no me atrevo a entrar.
MARIA LUISA: Qué se preocupa, si ya estamos adentro.
(MARIA ESTER lleva grandes anteojos ahumados. Ambas traen sendas maletas)
MARIA ESTER: Devolvámonos, mejor…
MARIA LUISA: Tenemos quesolucionar este problema ahora, María Ester.
MARIA ESTER: Es que no tengo cara…
MARIA LUISA: Pa’eso anda de lentes. ¡Cuidado, ahí viene! Sonría…
(Desde la casa sale MARUJA retrocediendo. Acarrea con ROSITA una enorme bolsa. Esta las ve, no así MARUJA. ROSITA deja caer la bolsa, hasta que MARUJA se percata de la presencia de ambas mujeres)
MARUJA: Y ustedes, ¿qué están haciendo en mi casa?
MARIALUISA: Fíjese que veníamos pasando con la Estercita, entonces yo le dije: “Hace tiempo que no vemos a la señora Maruquita, hagámosle una visita”.
MARUJA: No tienen nada que venir a visitarme a mí.
MARIA LUISA: Están lindos los trapos, ¿no?¿Nocierto que están lindos, Rosita?
ROSITA: Lindos.
MARIA LUISA: ¿Es pa’arpillera?
MARUJA: ¡No tienen na’ que andar preguntando si es pa’arpillera, tampoco! Ya,Rosita, pongámonos a trabajar que estamos atrasadas.
MARIA LUISA: ¿Y don Fernando, cómo ha estado?
MARUJA: Muy bien, gracias. ¿Qué espera pues, Rosita? ¡Si hay tanto que hacer!
MARIA LUISA: Fíjese que estoy en una desgracia tan grande, señora Maruja…
MARUJA: ¿Cuándo no está en desgracia, usted?
MARIA LUISA: (Abriendo la maleta) ¿Usted no sabe quién podría interesarse en una cuchillería?(Muestra sin que le hagan caso) Acero inoxidable, enchapado en plata. Me la regaló mi madrina cuando nos casamos con el Mario. “Este juego nos va a durar toda la vida…” me dijo el Mario.
MARUJA: ¿Para qué quiere plata, si le está yendo tan “regio” en la butic de Providencia, con la Carmen?
MARIA LUISA: ¿Que usted no les dijo, Rosita?
ROSITA: ¡Te dije que no alcancé a decirle!
MARUJA: (A MARIA...
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