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(Gustave Thibon)
A menudo se me reprocha, después de una conferencia o de un artículo en la prensa, no aportar soluciones lo bastante "concretas" para los problemasque expongo.
A lo que respondo: "Aporto principios, no doy recetas. Y sólo a Ud. es a quien corresponde encontrar, a la luz de estos principios, la solución adaptada a las circunstancias en las quese encuentre y al fin que persigue".
¿Cuál es pues, la diferencia entre un principio y una receta?. El principio expresa una verdad universal e invariable y que se dirige a todos los hombres sinexcepción. La receta concierne más bien al arte de aplicar ese principio a las situaciones concretas, y varía en función de éstas.
Escojamos algunos ejemplos.
El principio de la cocina es preparar unalimento sano y sabroso. Pero las recetas de cocina son muy diferentes según el alimento de que se trate. No se prepara el pescado como la carne, ni siquiera la caza como el buey, o el lenguado comola raya. Aún más: una buen ama de casa no es la que obedece senilmente los preceptos del libro de cocina, sino la que sabe modificar sus recetas según los recursos que tenga o al gusto de susinvitados. Por otra parte, es este margen de libertad y de Innovación lo que ha permitido hasta hoy los progresos del arte culinario.
De la misma manera, el principio de la medicina es el de devolver lasalud a los enfermos. Pero cada enfermo exige un tratamiento particular: no se trata a un anémico como a un sanguíneo, a un niño como a un viejo, a un cuerpo agotado igual que a un organismo todavíavigoroso. Un médico que recetara la misma cosa a todos sus clientes afectados por la misma enfermedad ejercería bastante mal su arte.
Uno de los mayores signos de la pereza intelectual y afectiva denuestra época es el de perder de vista los principios y reemplazarlos por recetas prefabricadas (iba a decir por “trucos") que puedan aplicarse indistintamente a cualquier circunstancia y que...
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