31 de cotubre
Su radiante locura le sugiere que hoy como había predicho su destino, use el traje que la
describe mejor aun que su nombre. Este acto de vestirse se convierte en un momento divino,
enestricto orden, comienza a imaginar que va primero en su cuerpo; decide comenzar por
enrojecer sus mejillas con una sombra que por cierto no están oscura como su propia alma;
sus labios, al igual quesus mejillas enrojecen mientras pasan sus dedos por ellos; luego un
recuerdo alcanza su mente; pero no interrumpe el acto divino de vestirse como una flor. Para
continuar decide guardar la fraganciaambiguamente erótica del día anterior y prosigue con el
vestido que se superpone a ella misma y a su nombre, es blanco con puntos rojos y el
incomparable amarrado detrás de la espalda, el dice en sulugar lo que ella no puede decir,
que esta lista para ser de otro, como una niña, no le importa regalar sus besos, no los
considera suyos, son tal vez un acto exclusivo de venganza, y por ultimo loszapatitos que
muestran la dimensión mas infantil de ella.
En la mañana ella se olvida de la cita con los demás que esta dispuesta a olvidar en esta
noche, se divierte con las demás muñecas habla del amory la innegable pasión, inventan
amores, inventan al otro, aman de manera perfecta, son el objeto perfecto, la muñeca de
vestido blanco y puntos rojos dice: Que importa que a la vuelta de la esquina yano nos amen
lo que importa es el proceso, no el momento y las demás muñecas coinciden con sus
palabras; luego el recuerdo de la mañana alcanza su mente de nuevo y ella dice a sí misma:
¡voy aolvidarlo! , lo grita de nuevo ese recuerdo esta ahí, no se va, le grita en las noches y
cuando duerme ya no se va a ir.
El día comienza a fenecer y comienza la tarde, ella casi delira por ver con sus ojosla fantasía
delirante de la música que en ella crea la posibilidad de olvidar ese recuerdo que le grita en
las noches y cada vez que quiere.
En la tarde ella completamente lista va con las demás...
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