33 Esperanzas

Santo Domingo.- A pesar de encontrarme a más de 11 mil kilómetros de distancia, en República Dominicana, no puedo dejar de pensar en lo que acontecerá desde hoy en Chile. Desde que se dio luz verde yya se cuentan las horas finales de este gran rescate, un poco antes un poco después, la esperanza de que ellos prontos estén afuera crece en Copiapó, Atacama, Chile, el mundo y aquí en la primada deAmérica. Porque la noticia de esto ha sido portada y tema en la prensa desde el primer momento y nadie quiere perderse los minutos finales. Por lo mismo, los equipos, las carpas y los medios con“monos y petaca”, algo así en RD como “con todo incluido”, ya desde hace un tiempo ocupan las calles y avenidas de este improvisado campamento.
Este hecho que vivieron lo mineros en Atacama ha sido unaccidente del trabajo que puso en el tapete las condiciones laborales que viven muchos compatriotas y trabajadores. A la par, otros mineros, lo del carbón en España, se encerraban bajo tierra exigiendo elpago de sus remuneraciones, mientras otros en Alemania salían a protestar por las medidas económicas impuestas por la crisis.

A pesar de que algún noticiero extranjero afirmara que la condiciónde un país tercer mundista dio origen a la situación, pues la minería chilena “era igual que la que tenía Europa hace 100 años”, lo que sabemos es que esto no es necesariamente cierto. Las condicioneslaborales de los mineros son bastantes diferentes de una empresa a otra  (incluso dentro de una misma faena hay trabajadores de primera, segunda y tercera categoría, lo que también es lamentable) yefectivamente en San José se violaban los derechos de seguridad de los trabajadores, pero esto dista mucho de ser una realidad generalizada.

De los aprendizajes más significativos de estaexperiencia queda que nuestro país (mi país Chile), a nivel de seguridad, debería estar a un alto estándar; por su magnitud global nuestra minería debiera ser una de las industrias más desarrolladas del...