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MIGUEL LEÓN-PORTILLA
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Muchos de nosotros -allá por los años cuarentas y cincuenta&- para
estudiar historia universal teníamos como texto un libro de dos autores
franceses llamados Albert Malet y J. Isaac. Nos proporcionaban ellos
información sobre todo acerca de los aconteceres históricos del Viejo
Mundo y en particular de Europa. Cuanto alli se exponía se nospresentaba desde una perspectiva francesa. Así hubimos de acercar
nos al tema intitulado "Los descubrimientos de los portugueses y
de los españoles".
Los autores, hasta donde puedo recordarlo, ofrecían un cuadro
de la situación prevalente en Europa. Dedicaban amplio espacio,
como debió parecerles natural, a Francia. De España y Portugal,
señalaban que, no obstante su atraso, había en ellas hombresarries
gados, dispuestos a lanzarse a la aventura. Un personaje aún más
esforzado, el genovés Cristóbal Colón, venciendo dificultades, había
logrado convencer a Isabel la Católica y, con su patrocinio, se adentró
en el Atlántico. i A Colón correspondía la gloria de haber descu
bierto el Nuevo Mundo!
De lo que existía en ese otro continente, nada habían dicho Malet
e Isaac hasta llegar a ese capítulo desu Historia. Ésta, aunque in
titulada universal, se centraba en Europa y los antecedentes cultu
rales de ella. Por eso habían tratado de los egipcios y los mesopotamios.
Los indígenas del continente que había permanecido desconocido para
los europeos, sólo entran en escena cuando ocurre que "son descu
biertos", "son conquistados", "son cristianizados" y son "colonizados".
De lo que antes habíansido, Malet e Isaac -así me parece recor
darlo- sólo decían que la gran mayoría eran gentes primitivas cuya
requerida conversión abría al cristianismo nuevo campo.
Algunos de los que estudiábamos en el dicho libro de Malet e
Isaac, tuvimos la buena suerte de que otro de los maestros nos reco
* Este trabajo, con algunas variantes, fue presentado en la Conferencia Inter
nacional: Reescribiendola Historia, San Antonio del Mar, Baja California, 8 de
febrero, 1992.
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mendara por ese mismo tiempo que leyéramos la Historia antigua
de México, de Francisco Xavier Clavijero. Comparar lo que éste
decía sobre los pueblos nahuas con lo expresado por Malet e Isaac
nos dejó perplejos y perturbados. Y, sin embargo, para responder al
maestro y pasar los exámenes, teníamosque recitar lo que había
escrito Malet. La Histon'(]; de Clavijero nos interesó mucho por su
claridad y por la forma como mostraba las creaciones culturales de
los pueblos prehispánicos. No podíamos explicarnos el contraste que
había entre las obras de Clavijero y de los señores Malet e Isaac.
Por mi parte, en lo escrito por Clavijero encontré luego una pista
para entender ese tan radicalcontraste. Clavijero aludía varias veces
al inglés William Robertson y al prusiano Cornelius de Paw. Los dos
se referían a los indígenas de México y en general de América pintán
dolos como seres primitivos, casi carentes de cultura. De Paw decía
entre otras cosas que los indios de México sólo podían contar sin
equivocarse hasta tres. Y curiosamente Robertson y De Paw critica
ban también mucho la acciónde españoles y portugueses en el Nuevo
Mundo.
Sonaré tal vez pedante, pero tengo que decir que la filosofía me
ha atraído mucho y que Kant dejó honda huella en mí. Como otros
muchos, estudiándolo, creo haber captado las limitaciones del cono
cÍmiento racional en los seres humanos. Algún tiempo después me
enteré de que Kant también había dicho algo sobre los indígenas
del Nuevo Mundo. En su obraCiencia del hombre o antropología
filos6fica según las prelecciones manuscritas, entre otras cosas afirma
ba que "los indígenas americanos no hacen suya cultura alguna ... ,
carecen de afectos y pasiones... , no sienten amor y debido a ello
no son fecundos ... , casi no hablan ... , no se preocupan de nada,
son perezosos".~ Más drástico aún se mostró Kant al referirse otra
vez a los nativos del...
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