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Democracia Participativa y la Reforma Constitucional
JOSE GREGORIO CONTRERAS
I.- INTRODUCCION
En estos tiempos de profundos cambios y transformaciones coexisten en el mundo dos
tendencias con respecto a las formas de convivencia política. Una es la del desencanto con la
democracia realmente existente, por la percepción que se tiene acerca de que este régimen
político ya no es capaz de satisfacerlas demandas que los ciudadanos sienten como legítimas,
y que no se le abre espacio a la participación que reclaman. Esta es la tendencia que hemos
denominado pesimista. La otra tendencia y la cual será el tema de nuestra discusión, es la que
apunta hacia la renovación de la democracia que no es más que una conjugación de los
planteamientos de la clase dirigida con la clase dirigente, donde selogre una nueva
Constitución que institucionalice mecanismos que permitan una mediación entre el Estado y
la Sociedad Civil, que al fin y al cabo es la función especifica del sistema político, lo cual no
es más que lograr una mayor participación de los ciudadanos que haga posible un proceso
más flexible de toma de decisiones, sobre los asuntos públicos. Dentro de estos procesos de
cambios, vemos conespecial atención las fases de marchas y contramarchas que
experimentan actualmente los países de Europa, que han decidido reemplazar sus estructuras
de convivencia política, buscando la inclusión del modelo democrático como forma de
gobierno. Sin embargo, estos intentos de democratización no responden a la demanda de la
población, puesto que la reciente dirigencia política que ha asumido estastransformaciones
ha caído en el error de presentar tradicionales esquemas de democracia representativa, que
como veremos más adelante, es una visión ya superada con la ayuda de los esquemas
democráticos de participación ciudadana.
El modelo de participación ciudadana directa, es el instrumento capaz de satisfacer el deseo
de protagonismo político, que se asoma en la sociedad actualmente, por estarazón las
reformas constitucionales, las modificaciones legales o la creación de nuevos instrumentos
jurídicos deben incorporar en sus contenidos los mecanismos que consagran la intervención
directa del ciudadano común. Figuras como el referéndum (aprobatorio, abrogatorio,
consultivo y revocatorio), la iniciativa popular, el plebiscito entre otros, son las instituciones
que lucen como capaces derevitalizar y legitimar nuevamente la democracia de cara al siglo
XXI.
Es cierto que el modelo democrático vigente atraviesa por un estado de agotamiento en
cuanto a su capacidad de respuesta para satisfacer las demandas populares, pero ello no
significa que el mismo debe ser suplantado por situaciones de hecho que conlleven a estados
de facto, en donde la improvisación, el pragmatismo político y lafalta de planificación, son
las que pretenden ser utilizadas como base para la acción diaria del gobierno. Seria mezquino
por parte de la sociedad civil y del mundo político no reconocer la contribución de carácter
positivo que ha tenido la democracia, a pesar de sus imperfecciones frente al pueblo, aún
cuando la misma está en deuda en estos 36 años de democracia.
En Latinoamérica, países comoArgentina, Bolivia, Colombia y Perú han incorporado a
través de las reformas constitucionales, con mayor o menor acierto, un conjunto de figuras
político-jurídicas que persiguen satisfacer esas demandas a través de los mecanismos de
participación conque puedan llegar a contar los ciudadanos. Esta actualización de su Carta
Fundamental en estos países, si bien es cierto, que no cubren todas lasexpectativas, no es
menos cierto que la revisión constituye una oxigenación de sus sistemas políticos, en
atención a la nueva realidad.

Venezuela no escapa a esta corriente de cambio. Acaba de finalizar en nuestro país, el
periodo constitucional más accidentado de la era democrática, multiplicidad de factores
contribuyeron a ello, dos intentos de golpes de estado, la proposición de realizar una...