4 UN NUEVO ABORDAJE SOBRE AMOR Y SEXUALIDAD

Un nuevo acercamiento sobre el amor y la sexualidad: signos de esperanza
Fernando dos Santos Gomes - Brazil
¿Cuál es el sentido de la sexualidad? ¿Cuál es el verdadero significado del cuerpo humano sexuado? ¿Por
qué el sexo atrae tanto a la gente, provoca e instiga el interés? El impulso para procrear puede estar en el centro
del sexo. Pero, ¿por qué habría de ser así? ¿Será que la naturaleza nosobliga simplemente a nos reproducir? O
¿será que existe aquí algo más grande e más sutil, una interacción superior entre la sexualidad, la vida e lo que
significa el ser humano?
Consciente de la complejidad del tema y de las varias contribuciones que la psicología, la antropología, la
biología así como tantas otras ciencias – con sus enfoques – han dado a la reflexión sobre el tema y sinprescindir
de ninguna de ellas, la nuestra respuesta para esas preguntas es sobre todo de carácter teológico.
El Concilio Vaticano II enseña que Cristo “manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le
descubre la sublimidad de su vocación” (Gaudium et Spes, n. 22). Sin Cristo, la persona humana permanece un
misterio para sí misma.
Sin embargo se sabe que la Iglesia es “hija de su tiempo” y, aun queCristo haga descortinado el misterio
del ser humano, la asimilación de esa revelación es lenta, a veces marcada por la influencia cultural de cada
época. Durante mucho tiempo, la Iglesia fue la única e absoluta detentora de la palabra sobre cualquier tema y
eso ha influenciado mucho nuestra civilización occidental. Sin embargo, hoy la Iglesia es una voz en medio a
muchas otras. Desde ahí seconsolida un grande desafío, pues durante mucho tiempo ciertas líneas de
pensamiento en el medio cristiano, en particular las que se refieren al tema de la sexualidad, no se quedaran
exentas de fragmentaciones y desvíos. Aun que se reconozca el gran bien moral que la Iglesia ha hecho al
mundo, sobre todo occidental, y la propagación e valores hasta hoy fundamentales para el bien-estar de nuestrasociedad, es necesario también admitir que, en lo referente al tema de la sexualidad, había mucho a avanzar – y
hay mucho aún – no intuito de enunciar de forma más clara el misterio de la sexualidad humana. Ese desafío de
la Iglesia aumentó más aun con el adviento de la llamada Revolución Sexual, que ha propagado una total
liberación del amor libre. Se percibe una resistencia y, por veces, una totalrepulsa a la enseñanza de la Iglesia en
temas ligados sobre todo a la sexualidad, inclusive por gran parte de los miembros de la Iglesia misma, lo que
hace el desafío aún más grande.
En cambio, hemos visto un gran empeño reciente desde el Magisterio de la Iglesia, en la reflexión y en la
enseñanza sobre el tema. Después del Concilio Vaticano II, sobre todo, se verifica que en medio de tantas
sombrashan aparecido muchas luces que se proyectan como un signo de esperanza para la Iglesia de hoy y del
futuro, y sobre todo para una sociedad herida y enferma como es la nuestra en relación a la moral, que ha
perjudicado directamente el matrimonio, la familia y la vida humana en general. Por ser un asunto delicado y de
enormes implicaciones éticas, la discusión no puede guiarse sólo por normas moralesy por un abordaje
puramente naturalista y casuística. De hecho, el debate debe partir de una antropología adecuada, es decir, de una
visión correcta de la persona humana y de su dignidad inherente.

En este sentido, el Papa Juan Pablo II, con su magisterio, contribuyó de manera decisiva a un nuevo
enfoque en el tema de la sexualidad, partiendo no de la sexualidad en sí misma, sino del proyectode Dios para el
amor humano, del ser humano como persona, imagen y semejanza del Creador, y llamado al don sincero de sí
mismo.
Incluso antes de ser elegido Papa, Juan Pablo II ha tenido como principal objeto de su atención la
investigación filosófico-teológica sobre el ser humano y una profunda investigación sobre la sexualidad, propia
de la condición humana. Y cuando fue elegido Papa, pronunció...