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43 años de ciencia ficción; desde “2001: odisea del espacio” a "Prometeo".

Por Fernando García Rivas

La ciencia ficción en el cine de la era moderna del siglo XX, hasta la fecha, se puede dividir en un antes y después a partir de "2001: A space Odyssey" (1968) del genial Stanley Kubrick.

Aunque antes de 1968, las películas sobre el tema futurista ya mostraban algunas imágenes inéditas queotorgaban madurez al género de la especulación científica en el séptimo arte, como la utopía negativa de la dictadura anti- libro de Ray Bradbury en la adaptación de "Fahrenheit 451" de François Truffaut en 1966, o de aquella cinta visualmente novedosa incursión al espacio micro cósmico de "Viaje fantástico" de Richard Fleischer, la representación escénica que mostraba el viaje espacial comosucedía en “Marooned” (atrapados en el espacio, 1969) hacia los confines del cosmos en una misión fallida que antecedía a todos los viajes malogrados en la realidad científica exploradora del mismo programa espacial de "Apollo 13".

Es difícil encontrar una cinta ciencia- ficcional que pretenda aludir o equipararse a la visión épica que instauró Kubrick en la recreación meticulosa de una atmósferafuturista creíble, no obstante de que uno de los grandes impedimentos para hacer verosímil, en términos visuales y sonoros, a un filme ambicioso de ficción científica anticipatoria, es lograr que su forma, como su contenido, no caduque o parezca un filme anticuado a los dos años de ser estrenado.

Los que nacimos a mediados de los sesenta del siglo pasado y crecimos viendo series espaciales ofantásticas por televisor de bulbos en blanco y negro y en color (desde "La dimensión desconocida", Los Thunderbirds, "Perdidos en el espacio", El túnel del tiempo, Tierra de gigantes, Los invasores, Viaje a las estrellas, Cosmos, 1999, UFO: Ovni, El doctor Who, etc.), nos formamos un concepto muy generacional de lo que debía ser un entretenimiento sin mayor trascendencia intelectual, simplemente “camp”.Es decir, ver robots y trajes espaciales platinados entre escenografía evidente de cartón y plástico y computadoras del tamaño de un refrigerador con cientos de lucecitas que se prendían y apagaban.
En las interminables series domingueras de permanencia voluntaria, nos formamos una idea de cómo se suponía debería verse el mundo futuro y cómo supuestamente evolucionaría la tecnología y lacivilización dentro de unos 30 años...

Esa educación anticipatoria proseguía en los matinés sabatinos de los caducos salas de cine de Cotsa, en los que entrábamos a ver (o mejor dicho; observar diría el maestro Eugenio Guerrero Güemes)tres películas cortadas con boletos que salían en los jabones que anunciaba Luis Jimeno para ver la "ciencia ficción" mexicana de "El Santo contra el doctor cerebro" y a"Kalimán, el hombre invencible", tapando el sol con sólo levantar su dedo o quedarse en casa para ver cómo Antonio Espino "Clavillazo" salvaba al mundo de una invasión marciana o lunática ("Tierra llamando a lunave") en la película en que Ramiro Gamboa regalaba cervezas ante el inminente fin del mundo.

Era claro que la comparación en producción técnica y los efectos especiales con respecto alcine norteamericano, siempre apantallaban más por los recursos estratosféricos de sus creadores, ya sea desde los efectos animación "stop motion" debidos a artesanos e ilusionistas de culto como Ray Harryhausen con su horda de esqueletos atravesados su huesos con espadas en "Jason y los argonautas", hasta la invasión de naves espaciales extraterrestres viajando a la “velocidad de la luz” hastauniversos ignotos en el boom setentero que instauraría "La guerra de las galaxias" (hoy simplemente conocida como: "Star Wars: episodio IV").

Muchas de las series B que identificaban al cine de ciencia ficción de los años 50 y parte los sesenta, ahora (es decir, hace 35 años) tenían y debían que producirse bajo estándares de calidad mucho más elaborados y con presupuestos multimillonarios.

Lo...