5 de diciembre de 1941
Empezaba a hacer frio; se podían ver soldados corriendo entre los cientos de cadáveres en el piso los niños llorando y las mujeresgritando y corriendo en busca de refugio, mientras que Halina, una bella joven judía observaba a través de la ventana, estaba sola en aquella habitación no había nadie más, y yacasi se la acababa la comida que semanas atrás había conseguido en las casas que ya estaban deshabitadas, así que cuando cayera la noche iría en busca de más víveres. Yasí fue, pasaron las horas y espero a que oscureciera, y cuando esto paso salió a la calle y se dirigió a una cantina en el que trabajaba su amigo Jarek.
-Se supone que nosaldrías- dijo este
-Se me está acabando la comida, y gracias por saludar como no he estado semanas atrapada en esa casucha fea y todos los días hablo con gente, no, nonecesito un saludo- contesto
-Perdón, pero sabes que lo hago por tu bien
-Lo sé pero no dejo de pensar en cómo estará mamá ¿has tenido noticias?
-no, pero no te preocupes yosé que todo estará bien
Entonces un muchacho alto y de tez morena abrió la puerta y gritó:
-¡ahí vienen!
-¿Quiénes?- dijo Halina
-¡los soldados! Vamos escóndete aquíJarek le mostro a Halina un cuarto oculto atrás de la pared he inmediatamente ella se escondió. De repente 3 soldados alemanes entraron a la cantina todos altos y rubios ycon el signo nazi en el brazo. Uno de ellos (el más alto) se acercó a la barra donde estaba Jarek.
-hola ¿Me puedes dar un vaso de agua?- dijo el soldado
-claro
Jarekestaba muy nervioso y sí que se notaba, cuando estaba a punto de darle el vaso lo derramo encima del soldado inmediatamente se disculpó y fue por más agua a la cocina.
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