5 la_pedagogia_y_la_recuperacion_de_la_utopia
Mónica Czerlowski[1]
Si la educación pudiera hacerlo todo,
no habría razón para hablar acerca de sus limitaciones
Si la educación no pudiera hacer nada,
tampoco tendría mucho sentido hablar de sus limitaciones
Paulo Freire
Vivimos actualmente una época de descreimiento flexibilizado, utopía acorralada y escepticismoglobalizado.
El nuevo orden mundial que garantiza tranquilidad y prosperidad material a una minoría en detrimento del resto de la población, naturaliza a partir del discurso neoconservador que la sustenta la opresión, la desigualdad y la explotación sin límites, bajo una nueva visión de la democracia basado en la imparcialidad y la meritocracia.
Frases como “se acabaron las ideologías y es el fin de lahistoria” nos recorren y atraviesan hasta lo más profundo de nuestro ser. Algunos opinarán que este discurso es producto del quiebre de la modernidad y el inicio de la posmodernidad, postura que sostiene la caída de los grandes ideales de progreso ordenado y racional, la ruptura de certezas, el cuestionamiento de identidades consolidadas, la crisis de todo tipo de autoridad, entre otrascuestiones. Otros dirán que estamos atravesando una época de neoliberalismo caracterizado por la competitividad, el individualismo y él sálvense quien pueda.
Distintos puntos de partida nos conducen al mismo punto de llegada: el fatalismo, la desesperanza y, lo que es más grave, a la resignación.
Frente a este panorama cabe preguntarse qué papel puede cumplir la educación, en general, y nosotrosespecíficamente como educadores. La respuesta a este interrogante variará de acuerdo a nuestra manera de entender y conceptualizar la realidad, a nuestra visión conciente e inconsciente de hombre y sociedad.
En educación podemos distinguir a grandes rasgos dos grandes paradigmas uno basado en el discurso del orden y otro en el conflicto. El primero representado por el funcionalismo y su variante estructural funcionalista, el segundo el crítico con sus dos perspectivas: radical o reproductivista y el de la resistencia o no reproductivista.
El funcionalismo consolida y legítima el pensamiento de la burguesía, contribuyendo a conservar su hegemonía sobre el resto de la sociedad. No cuestiona el ordenamiento social, considera que todos tienen igualdad de posibilidades y las diferenciasestán determinadas por la distribución natural de habilidades entre los seres humanos. La división social del trabajo responde a la necesidad de alcanzar una mayor eficiencia en el proceso productivo industrial. Asocia la educación a la movilidad social y refuerza las funciones de socialización, de integración y de preparación para roles específicos.
Los teóricos críticos radicales parten deuna concepción de sociedad dividida en clases antagónicas. Caracterizan a las escuelas como aparatos ideológicos del Estado, al servicio de la reproducción social, económica y cultural. Específicamente ven las escuelas como poderosos instrumentos y agentes de legitimación de determinadas ideologías que ejercen el control sobre la vida cotidiana y excepcionalmente ofrecen una movilidad individuallimitada a los miembros de la clase trabajadora y a otros grupos oprimidos.
Dado que la educación pública es vista principalmente como de naturaleza reproductiva, y no conciben la posibilidad de prácticas contrahegemónicas, se cae en un discurso de desesperanza y de inmovilización desalentando a que profesores, padres o estudiantes puedan comprometerse en una lucha política en el interior de lasescuelas mismas.
La posición crítica de resistencia, objeto específico de este trabajo, al igual que la anterior, considera a los sujetos como producto y productores de la historia, comparte la visión de sociedad, pero se diferencia en que concibe la posibilidad de una intervención en la lucha por reestructurar las condiciones ideológicas y materiales de la sociedad en general, con la vista...
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