581ADAPTACION UN ENEMIGO DEL PUEBLO 2

UN ENEMIGO DEL PUEBLO
Henrik Ibsen

PERSONAJES
El DOCTOR FERNANDEZ, médico de un balneario.
SEÑORA FERNANDEZ, su mujer.
ESTRELLA, su hija, maestra.
PEDRO, hermano mayor del doctor, alcalde
RAMIRO GARZA, padre de la señora Romero.
ALVARADO, director de La Voz del Pueblo.
BETO, periodista del mismo periódico.
DÍAZ, capitán de barco.
GARCIA, impresor.
Gentes del pueblo, Hombres de todas las clasessociales, Mujeres
ACTO PRIMERO
La acción transcurre en un pueblo. Época actual. Salón del doctor FERNANDEZ modestamente amueblado. En el lateral derecho, dos puertas. Hacia el centro, un sofá; ante él, una mesa. Sobre ella, una lámpara encendida, con pantalla. Anochece. En el comedor la SEÑORA FERNANDEZ, en pie arregla para servir la cena…

SEÑORA FERNANDEZ. ¡Tanto demora mi marido!, él siempreha sido puntual... (Escucha que tocan la puerta) ¿Quién será? (Entra el ALCALDE PEDRO, con abrigo, gorra de uniforme y bastón.)
EL ALCALDE. Hola, querida cuñada.
SEÑORA FERNANDEZ. ¡Ah! ¿Es usted? Buenas noches. ¡Qué amable venir a vernos!
EL ALCALDE. Pasaba por aquí...
SEÑORA FERNANDEZ. (Con precipitación.) ¿No quiere usted tomar algo?
EL ALCALDE. ¿Yo? No, muchas gracias, ¡Dios me libre!¡Abundante comida por la noche! (mirando la mesa) ¡Buena digestión tendría!
SEÑORA FERNANDEZ. ¡Oh!, por una vez....
EL ALCALDE. No, no, muchísimas gracias. Yo me limito a mi té y mi pan con mantequilla. A la larga es más sano... y más económico.
SEÑORA FERNANDEZ. (Sonriente.) ¿No irá usted a decir que Tomás y yo somos unos derrochadores?
EL ALCALDE. ¡Por Dios, querida cuñada! De usted, no lo creo. (Señalaal despacho del doctor.) ¿Está en casa mi hermano?
SEÑORA FERNANDEZ. No; después de cenar ha salido a dar una vuelta con los chicos.
EL ALCALDE. (Escuchando.) Parece que ahí viene.
SEÑORA FERNANDEZ. (Mira) No, no es él. (Llaman a la puerta.) ¡Adelante, señor Alvarado! (Entra el periodista ALVARADO)
CLEMENTE. Tiene usted que perdonarme; pero me entretuvieron en la imprenta, y... Buenas noches,señor alcalde.
EL ALCALDE. (Saluda y se muestra algo inquieto.) Viene usted por algún asunto importante, ¿no?
ALVARADO. Así parece. Se trata de un artículo para el periódico.
EL ALCALDE. Me lo imaginaba; he oído decir que mi hermano es un buen colaborador de La Voz del Pueblo.
ALVARADO. En efecto, escribe cada vez que tiene que decir una verdad.
SEÑORA FERNANDEZ. (A ALVARADO, señalando el comedor.)¿No quiere usted...?
EL ALCALDE. Por supuesto, no seré yo quien se lo reproche. Personalmente no tengo nada en contra de su periódico; créame, Alvarado.
ALVARADO. Le creo.
EL ALCALDE. Al fin y al cabo, en nuestra ciudad reina un espíritu de tolerancia que es el auténtico espíritu democrático. Y eso gracias a
que nos une un interés común, un interés que involucra la esperanza de todo ciudadanohonrado...
ALVARADO. ¿Se refiere usted al yacimiento minero?
EL ALCALDE. ¡Exacto! Dígame si no es algo magnífico. Estoy seguro de que esa mina será una riqueza vital para la ciudad; no lo dude.
SEÑORA FERNANDEZ. Lo mismo afirma Tomás.
EL ALCALDE. Y es un hecho. La ciudad ha tenido un gran desarrollo en los últimos meses. Se nota que hay gente, vida, movimiento. De día en día va subiendo el valor delos terrenos y de los sueldos.
ALVARADO. Y disminuyen los impuestos.
EL ALCALDE. Ciertamente… El futuro es muy prometedor, señor Alvarado. Todos los días llegan más inversionistas.
ALVARADO. Entonces el artículo del doctor viene tiempo.
EL ALCALDE. ¡Ah! ¿Sí? ¿Conque ha escrito algo más?
ALVARADO. Sí; lo escribió hace poco. Es un artículo donde recomienda la explotación de la mina, y hace un resumende las excelentes condiciones que presenta.
EL ALCALDE. Muy acertado, verdaderamente acertado, señor Alvarado.
SEÑORA FERNANDEZ. Tomás es incansable si se trata del bienestar de la ciudad.
EL ALCALDE. Para eso está…para eso se le paga.
ALVARADO.Y no olvidemos que, en realidad, fue él quien inició este proyecto minero.
EL ALCALDE. ¿Él? ¿Usted cree? No es la primera vez que oigo esa opinión....