7 de marzo
El Carmen de Patagones, asentado a horcajadas sobre la gran corriente fluvial rionegrina, vivió largos años en plena soledad. Pero a pesar de ello tuvo momentos de grandes urgencias, de tremendas responsabilidades, tales los vividos en el año 1827 cuando supo enfrentar y vencer una bien organizada expedición brasileña integrada por 613 hombresbajo el mando del capitán de fragata ingles James Shepherd. Desde diciembre de 1825
Argentina se hallaba en guerra con el imperio del Brasil. El derecho de pertenencia del territorio actualmente uruguayo había provocado el conflicto.
A raíz del bloqueo del puerto de Buenos Aires por la escuadra imperial, el apostadero naval rionegrino se había transformado en el seguro refugio de nuestroscorsarios que atacaban valientemente el poderío naval enemigo.
El botín de guerra, los negros esclavos arrancados a los veleros que se dedicaban a tan infame tráfico, los prisioneros, todo era desembarcado en Patagones, lo que dio origen a una activación inusitada en la vida maragata de aquel entonces. La riqueza llego a la zona y la familias hasta ese momento de vivir sencillo, aldeano, conocieron ellujo traducido en muebles finísimos, porcelanas, tapices, pianos, sedas, encajes, en fin, todo un mundo de “Las mil y una noches” que trastocó el clima apacible y monótono del último pueblo de la tierra, como alguna vez se le llamó a Carmen de Patagones.
Brasil se sintió herido profundamente en sus intereses por el éxito del ataque de los corsarios a su comercio marítimo y con el fin de arrastrarbatería y población del punto que había alcanzado a asumir tan importante papel en la guerra, resolvió enviar una poderosa escuadra al Río Negro.
El 28 de febrero de 1827 cuatro naves forzaron la barra. Una de ellas varó y se hundió pocos días después. Desde la batería de la boca se hostilizó a la fuerza invasora; pero sin resultado, dado la escasez de municiones. En esta acción los criollosperdieron dos soldados de la infantería negra del coronel Felipe Pereyra y un oficial corsario, el valiente Fiori, “a quien su bravura condujo a una muerte gloriosa”.
Durante seis días los imperiales actuaron con demora y desorientación, dando tiempo a Patagones a organizarse y a poner al fuerte en estado de defensa.
El 6 de marzo, a las 21, los brasileños echaron a tierra un grupo explorador alegua y media de la batería de la boca. Luego de un reconocimiento de la zona, el citado grupo se repliega hacia la costa donde permanecía embarcado el grueso de la expedición. Se supone que desde las 23, aproximadamente, los brasileños realizan las tareas de desembarco de una columna de infantería que tendrá por misión atacar el fuerte de Patagones. Después de las dos de la madrugada del día 7,dicha columna de infantería emprende la marcha en dirección al Carmen. Al principio mal conducida por su baqueano, se pierde en el monte, mas luego, retomando buen camino, aparece el Cerro de la Caballada al amanecer.
Carmen de Patagones esperaba a pie firme al invasor. En el monte, el subteniente mendocino don Sebastian Olivera y sus ochenta milicianos (chacareros, hacendados, artesanos ycomerciantes, más los gauchos del baqueano José Luis Molina); en el río, los corsarios Jaime Harris, Soulin y Dautant y sus tripulaciones bajo las ordenes del Comandante Santiago Jorge Bynon y en el fuerte las mujeres, los niños y los viejos junto a la infantería negra del Coronel Pereyra, dispuestos todos a vender cara la vida y a defender hasta a la última gota de sangre el honor de la nación.
COMBATEDEL 7 DE MARZO
Serían las 6:30 de la mañana cuando las armas invasoras brillaron al sol sobre el cerro. Nuestros buques les asestaron sus cañones y si bien sus tiros no hicieron blanco por la situación de la columna brasileña sobre uno de los flancos del paraje, expresaron elocuentemente la energía con que se había preparado la defensa.
Olivera, en tanto, realizaba desde su posición una...
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