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Latinoamérica 70/80

A comienzos de los años '70 las ciencias sociales libran en Latinoamérica una particular lucha a la vez contra la fascinación cientifista de un funcionalismo omnipresente y contra la inercia de una dogmática y una escolástica marxistas, esto generaba una extensa brecha comunicacional que no daba espacio al desarrollo de las comunidades y sus procesos educativos que estabanlimitados mas allá de las necesidades básicas de los sectores dominantes.

El pensamiento marxista sobresaldrá el empeño por superar la reducción de las prácticas significantes y las tramas de sentido a mera "superestructura", sin ofrecer una salida a los problemas sino que se sustituía la estructura ya establecida por una que permitiera avanzar de cierta manera pero sin muchos progresos a lasociedad y más aun la mediatización.

Es cuando en el campo de la comunicación sobre sale el esfuerzo por romper la hegemonía de un positivismo que separa la formalegitimada de lo conocible del contenidode lo vivido socialmente, el liberalismo llegó a América Latina como una forma dogmática de valores intocables que dejaban sustituir los métodos de interactuar de las personas pero el marxismotambién llego de la misma forma que el liberalismo. Así se configuró el fenómeno de la transformación de un pensamiento crítico en una escolástica de izquierda que a veces impartía formas liberalista y mediación de pensamiento marxista que desembocaba en algunos nichos de revolución algunas exitosas otras un fracaso debido a la solidificación de esa superestructura positivista implantada.

Lainvestigación latinoamericana sobre la comunicación masiva, incluyendo la lectura que ella realiza de la teoría hegemónica y sus impases, remiten a una nueva conciencia del proceso histórico que hace posible la tematización del problema de la dependencia cultural, y en particular el de la producción de conocimientos, más allá de una consideración que lo reduzca a mero problema de importación de teoría,y más allá también de su reducción a mera reproducción ideológica. Esa misma conciencia está posibilitando desenmascarar lo que las necesidades tecnológicas de comunicación significan no sólo en su dimensión económica sino en cuanto rearticulación, deformación-imposición de una sociedad que sintonice y funcione con los requerimientos del mercado.

Lo cual ha permitido a la burguesía llegar aimponer su lenguaje como el lenguaje de los mediosno ha sido por si solo sino porque se le ha permitido el del control de la propiedad, el del monopolio económico de los medios. Desde el momento de su nacimiento ha tenido una conciencia muy clara del papel que los medios iban a jugar en la configuración de los aspectos sociales y psicológicos de Latinoamérica, que la fusión de la fuerza económica ydel control de información, fabricación de imágenes, formación de la opinión pública, llámese como se quiera llamar, llegaría a ser la nueva quintaesencia del poder nacional e internacional, para que funcione con los requerimientos del mercado y a su vez genere una total y absoluta obediencia a las estructuras de poder previamente establecidas por esta misma burguesía.

Los medios iban aposibilitar nuevas, sofisticadas y más penetrantes formas de coloniaje a través de las cuales la dominación dejaría de ser sufrida como una opresión para ser sentida como una alianza que convierte al dominador en libertador.

La impronta de la teoría sociológica sobre los métodos de investigación ha sido lúcidamente descrita por Mattelart en sus críticas a la CommunicationResearch: desplazamiento delcentro de gravedad de la problemática del medio de comunicación a la psicología de los receptores, reducción del criterio de pertinencia de lo investigable al contenido manifiesto de los mensajes —único contenido detectable empíricamente y analizable estadísticamente— fragmentación por tanto del mensaje en unidades cuya única relación proviene de la sumatoria.

Pero si el método recorta así...