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INTERESADA
JosÉ LUISARCE CARRASCOSO
RESUMEN:
El trabajo tiene como objetivo fundamental el de poner de relieve
la conexión de la teoría crítica de J. Habermas con el planteamiento
fenomenológico y el movimiento crítico de la modernidad, teniendo en
cuenta, a la vez, las profundas diferencias que separan la «teoría crítica
tradicional» y la «teoría delconocimiento como crítica de la sociedad».
Se parte del establecimiento del marco general en el que se encuadra el
problema, se continúa con el análisis del «nuevo planteamiento trascendental habermasirno», hasta terminar con el estudio de los «intereses»
como constitutivos de la razón, especialmente con el «interés emancipativo».
SUMMARY:
The main aim of this work is to draw attention to the connectionof
Habermas' cntical theory with the phenomenological approach and the
critical movement of the modern day. We bear in mind the deep'seated
differences that separate «traditional cntical theory» from the «theory of
knowledge as a critique of society». We establish the general framework
in which the problem is posed, analyse the «new habermasian transcendental approach», and study «interest» asconstitutive parts of reason, in
particular the «emancipative interest».
Que existe una pluralidad de vínculos y afinidades entre la obra del
último Husserl, «La crisis de las ciencias europeas», y la Escuela de
Frankfurt es algo notorio y suficientemente reconocido. Pero no por ello
J . Habermas: la crítica de la razbn interesada
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podemos eximimos de tener que reconocerlo también por nuestraparte,
aunque sea de forma general. A modo de introducción diseñamos una
brevísima nota acerca de los puntos más elementales de esta relación
para, posteriormente, insistir y centrar el problema entre la propuesta de
la Lebenswelt, y la teoría crítica de la sociedad, de la mano ya de J.
Habermas y su obra «Conocimiento e interés».
La simple proximidad histórica entre la publicación de la «crisisde
las ciencias europeas» y los primeros escritos de la Escuela de Frankfurt
podría ser ya un indicio que nos inclinara a sospechar que, posiblemente,
pueda haber algo más que una simple cercanía temporal. Este barruntar
puede alcanzar el grado de certeza cuando se lleva a acabó una lectura
atenta de la obras de uno y otros, debiéndose reconocer que los frankfurtianos guardaron una singular especiede fidelidad a la fenomenología,
especialmente a la del último Husserl. Así, por ejemplo, si para la
fenomenología y su adecuado desarrollo fue cuestión capital la de llevar
a cabo una rotunda crítica del positivismo, no menos importancia tiene
para E. Marcuse, quien en su obra «El hombre unidimensional» realiza
una similar tarea. Para M. Horkheimer, es indudable que la filosofía de
Husserl sigueteniendo su vigencia, porque si, por un lado, él fue el iiltimo
de los grandes filósofos clásicos, no se desentendió de las atareas históricas actuales» (348). Y, finalmente, ¿qué duda cabe que la «Metacrítica sobre la teoría del conocimiento» de Th.W. Adorno, representa el
intento de una nueva fenomenologizacióndialéctica de ciertos presupuestos husserlianos que intentan, una vez más en eldevenir de la historia
de la filosofía, hacerse efectivos y reales. La obra es, como dice ya su
presentación, una reflexión que pretende no sólo poner de manifiesto las
antinomias e insuficiencias de la Fenomenología, sino sobre todo ver que
ella es «un punto de partida y no un objetivo».
Pues bien, J. Habermas continúa en esta misma dirección. En su
trabajo de 1965, titulado de idéntica forma que suposterior trabajo,
«Conocimiento e interés»', reconoce que el desarrollo de la filosofía,
tanto como de sus propios problemas, ha estado siempre determinado por
un concepto tradicional de «teoría», por un deseo de llevar una vida
dentro de su campo:
«Este concepto de teoría y de una vida en la teoría ha determinado
a la filosofía desde sus c~mienzos»~.
1. HORKHEIMER,
M., Traditionelle und...
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