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unificación europea
Aída Lerman Alperstein*
L
•a Comunidad Europea, potencia económica, no ha logrado dotarse de los instrumentos
que la afirmen en el plano diplomático como una
sola voz, como una Europa unida.
'Departamento de Producción Económica,
UAM Xochimilco.
Pero la Europa unida era y es una idea
que contiene una gran diversidad de significados: para algunos de losimpulsores era la creación de una federación total de los estados
independientes de Europa Occidental; para
otros, la garantía para el renacer de la antigua
grandeza del continente, eclipsada por Estados
Unidos y la Unión Soviética, vencedoras de la
segunda gran contienda mundial. Los partidos
socialistas, liberales y demócrata-cristianos,
bregaron por la unidad europea porque la idea
no era monopoliode alguna escuela del pensamiento ni de partido alguno, si bien surgieron
divergencias respecto al método para lograr la
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POLITICA Y CULTURA
integración. Los partidos comunistas fueron en principio (con los años la posición de algunos de
ellos cambió) los más firmes opositores a la unión europea porque, según su interpretación, la
integración implicaba peligro para los trabajadores,decadencia para las industrias nacionales y
el inevitable crecimiento del capitalismo monopolista internacional y el imperialismo americano,
junto al surgimiento de una Alemania agresiva y armada. Otros de los más firmes opositores a
la unidad europea, hasta la actualidad, lo constituyen los sectores ultranacionalistas.
El proceso de unificación europea estuvo marcado por tres diferentes concepcionesrespecto al tipo de colaboración que debía darse entre los estados: federalista, funcionalista y
confederacionista.
El ideal federalista, presente ya en el pasado siglo en la utopía de Proudhon, fue presentado
como la alternativa al nacionalismo y las guerras que éste conlleva, productos ambos de la
existencia del Estado-nación, responsable según el autor de la disolución de los lazos espontáneos deunión que los hombres habían mantenido con las comunidades territoriales. Esta
tradición proudhoniana plasmó los movimientos federalistas, que luego de la Segunda Guerra
se organizaron en varios países europeos con el acuerdo de que "Europa es diversidad, unificarla
brutalmente sería destruirla; armonizar, articular, federar es lo que hace falta ",1
Según los representantes de esta tendencia debíancrearse en primer término instituciones
políticas que fundaran su legitimidad en el consentimiento expresado directa y libremente por los
ciudadanos y con poderes de formulación, decisión y ejecución de políticas que serían sustraídos
a ios gobiernos, parlamentos y tribunales nacionales.
El federalismo se presentaba como una nueva concepción del hombre y de la sociedad al
expresar que ladeshumanización de la vida moderna requería de una nueva liberación que se
lograría al conciliar la autonomía de los individuos, grupos y pueblos con el robustecimiento de
la unidad y la solidaridad del conjunto, con el fin de garantizar una verdadera democracia en el
interior junto con la organización de espacios que traspasaran lo nacional.
A pesar de estas alentadoras expresiones se reconocía que no seestaba en condiciones
de movilizar ampliamente a la sociedad europea porque los partidarios del federalismo eran vistos
como portadores de una nueva utopía. Sin embargo, sectores importantes de los partidos
democristianos en Alemania e Italia, luego del nazi-fascismo, así como socialistas y liberales, se
adhirieron al movimiento, pronunciándose por la supresión del principio de soberaníanacional
ilimitada en la solución de los problemas económico-sociales, a partir de la inmediata transferencia de los derechos soberanos a autoridades supranacionales que impulsaran un Estado federal.
Lucien de Sainte-Lorette, La integración europea, Barcelona, Editorial Hispano-Europea, 1957, p. 91.
EL PROCESO DE UNIFICACIÓN EUROPEA
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La concepción funcionalistas e gestó en los círculos de los...
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