8 La ley de herodes Jorge Ibarg engoitia

Páginas: 6 (1307 palabras) Publicado: 30 de junio de 2015
http://www.literatura.us/jorge/herodes.html
Consultado lunes 15 de junio de 2015
¡Buenas! Hoy es lunes, junio 15, 2015 y son las 9:58 pm

Jorge Ibargüengoitia
(Guanajuato, México, 1928 - Madrid, 1983)
LA LEY DE HERODES
SARITA ME SACÓ del fango, porque antes de conocerla el porvenir de la
Humanidad me tenía sin cuidado. Ella me mostró el camino del espíritu, me
hizo entender que todos los hombressomos iguales, que el único ideal digno es
la lucha de clases y la victoria del proletariado; me hizo leer a Marx, a Engels y
a Carlos Fuentes, ¿y todo para qué? Para destruirme después con su
indiscreción.
No quiero discutir otra vez por qué acepté una beca de la Fundación Katz
para ir a estudiar en los Estados Unidos. La acepté y ya. No me importa que los
Estados Unidos sean un país en dondeexiste la explotación del hombre por el
hombre, ni tampoco que la Fundación Katz sea el ardid de un capitalista (Katz)
para eludir impuestos. Solicité la beca, y cuando me la concedieron la acepté; y
es más, Sarita también la solicitó v también la aceptó. ¿Y qué?
Todo iba muy bien hasta que llegamos al examen médico... No me atrevería
a continuar si no fuera porque quiero que se me haga justicia.Necesito justicia.
La exijo. Así que adelante...
La Fundación Katz sólo da becas a personas fuertes como un caballo y el
examen médico es muy riguroso.
No discutamos este punto. Ya sé que este examen médico es otra de tantas
argucias de que se vale el FBI para investigar la vida privada de los mexicanos.
Pero adelante. El examen lo hace el doctor Philbrick, que es un yanqui que vive
en las Lomas (porsupuesto), en una casa cerrada a piedra y cal y que cobra...
no importa cuánto cobra, porque lo pagó la Fundación. La enfermera, que con
seguridad traicionó la Causa, puesto que su acento y rasgos faciales la delatan
como evadida de la Europa Libre, nos dijo a Sarita y a mí, que a tal hora
tomáramos tantos más cuantos gramos de sulfato de magnesia y que nos
presentáramos a las nueve de la mañanasiguiente con las “muestras

obtenidas” de nuestras dos funciones.?
¡Ah, qué humillación) ¡Recuerdo aquella noche en mi casa, buscando entre
los frascos vacíos dos adecuados para guardar aquello! ¡Y luego, la noche en
vela esperando el momento oportuno! ¡Y cuando llegó, Dios mío, qué violencia!
(Cuando exclamo Dios mío en la frase anterior, lo hago usando de un recurso
literario muy lícito, quenada tiene que ver con mis creencias personales.)?
Cuando estuvo guardada la primer muestra, volví a la cama y dormí hasta
las siete, hora en que me levanté para recoger la segunda. Quiero hacer notar
que la orina propia en un frasco se contempla con incredulidad; es un líquido
turbio (por el sulfato de magnesia) de color amarillo, que al cerrar el frasco se
deposita en pequeñas gotas en lasparedes de cristal. Guardé ambos frascos en
sucesivas bolsas de papel para evitar que alguna mirada penetrante adivinara
su contenido.?
Salí a la calle en la mañana húmeda, y caminé sin atreverme a tomar un
camión, apretando contra mi corazón, como San Tarsicio Moderno, no la
Sagrada Eucaristía, sino mi propia mierda. (Esta metáfora que acabo de usar es
un tropo al que llegué arrastrado por mielocuencia natural y es independiente
de mi concepto del hombre moderno.) Por la Reforma llegué hasta la fuente de
Diana, en donde esperé a Sarita más de la cuenta, pues habla tenido cierta
dificultad en obtener una de las nuestras. Llegó como yo, con el rostro
desencajado y su envoltorio contra el pecho. Nos miramos fijamente, sin
decirnos nada, conscientes como nunca de que nuestra dignidad humana habíasido pisoteada por las exigencias arbitrarias de una organización típicamente
capitalista. Por si fuera poco lo anterior, cuando llegamos a nuestro destino, la
mujer que había traicionado la Causa nos condujo al laboratorio y allí
desenvolvió los frascos ¡delante de los dos! y les puso etiquetas. Luego, yo entré
en el despacho del doctor Philbrick y Sarita fue a la sala de espera.?
Desde el...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Ley De Herodes
  • ley de herodes
  • La Ley de Herodes
  • ley de herodes
  • La ley de herodes
  • Ley de herodes
  • La ley de herodes
  • La ley de herodes

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS