89485
Páginas: 471 (117646 palabras)
Publicado: 9 de abril de 2015
Hamlet
2003 - Reservados todos los derechos
Permitido el uso sin fines comerciales
Guillermo Shakespeare
Hamlet
Tragedia
Si non errasset, fecerat ille minus.
Martialis epigrammat, lib. I.
Prólogo
La presente Tragedia es una de las mejores de Guillermo Shakespeare, y la que con más
frecuencia y aplauso público se representa en los teatros de Inglaterra. Las bellezasadmirables que en ella se advierten y los defectos que manchan y oscurecen sus
perfecciones, forman un todo extraordinario y monstruoso compuesto de partes tan
diferentes entre sí, por su calidad y su mérito, que difícilmente se hallarán reunidas en otra
composición dramática de aquel autor ni de aquel teatro; y por consecuencia, ninguna otra
hubiera sido más a propósito para dar entre nosotros unaidea del mérito poético de
Shakespeare, y del gusto que reina todavía en los espectáculos de aquella nación.
En esta obra se verá una acción grande, interesante, trágica; que desde las primeras
escenas se anuncia y prepara por medios maravillosos, capaces de acalorar la fantasía y
llenar el ánimo de conmoción y de terror. Unas veces procede la fábula con paso animado y
rápido, y otras se debilitapor medio de accidentes inoportunos y episodios mal preparados
e inútiles, indignos de mezclarse entre los grandes intereses y afectos que en ella se
presentan. Vuelve tal vez a levantarse, y adquiere toda la agitación y movimiento trágico
que la convienen, para caer después y mudar repentinamente de carácter; haciendo que
aquellas pasiones terribles, dignas del coturno de Sófocles, cesen y denlugar a los diálogos
más groseros, capaces sólo de excitar la risa de un populacho vinoso y soez. Llega el
desenlace donde se complican sin necesidad los nudos, y el autor los rompe de una vez, no
los desata, amontonando circunstancias inverosímiles que destruyen toda ilusión. Y ya
desnudo el puñal de Melpómene, le baña en sangre inocente y culpada; divide el interés y
hace dudosa la existencia deuna providencia justa, al ver sacrificados a sus venganzas en
horrenda catástrofe, el amor incestuoso y el puro y filial, la amistad fiel, la tiranía, la
adulación, la perfidia y la sinceridad generosa y noble. Todo es culpa; todo se confunde en
igual destrozo.
Tal es en compendio la Tragedia de Hamlet, y tal era el carácter dramático de
Shakespeare. Si el traductor ha sabido desempeñar laobligación que se impuso de
presentarle como es en sí, no añadiéndole defectos, ni disimulando los que halló en su obra,
los inteligentes deberán juzgarlo. Baste decir que, para traducirla bien, no es suficiente
poseer el idioma en que se escribió, ni conocer la alteración que en él ha causado el espacio
de dos siglos; sin identificarse con la índole poética del autor, seguirle en sus raptos,
precipitarsecon él en sus caídas, adivinar sus misterios, dar a las voces y frases
arbitrariamente combinadas por él la misma fuerza y expresión que él quiso que tuvieran, y
hacer hablar en castizo español a un extranjero, cuyo estilo, unas veces fácil y suave, otras
enérgico y sublime, otras desaliñado y torpe, otras oscuro, ampuloso y redundante, no
parece producción de una misma pluma; a un escritor, enfin, que ha fatigado el estudio de
muchos literatos de su nación, empeñados en ilustrar y explicar sus obras; lo cual, en
opinión de ellos mismos, no se ha logrado todavía como era menester.
Si estas consideraciones deberían haber contenido al traductor y hacerle desistir de una
empresa tan superior a su talento, le animó por otra parte el deseo de presentar al público
español una de las mejorespiezas del más celebrado trágico inglés, viendo que entre
nosotros no se tiene todavía la menor idea de los espectáculos dramáticos de aquella
nación, ni del mérito de sus autores. Otros, quizás, le seguirán en esta empresa y fácilmente
podrán oscurecer sus primeros ensayos; pero entretanto no desconfía de que sus defectos
hallarán alguna indulgencia de parte de aquellos, en quienes se reúnan los...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.