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AVICENA, EL MAESTRO DE GEOGRAFÍA Y EL LIMÓN

En el colegio donde estudié la secundaria, nuestro querido y recordado
profesor de Geografía, el sabio ecuatoriano José Noroña Luzuriaga, nos
deleitaba en cada clase con anécdotas y descripciones referentes a
regiones y países a los que nos hacía viajar y visitar, literalmente
hablando, en forma tan vívida y real, haciendo uso de nuestra jovenimaginación y sed de conocimiento. Nos relataba historias y anécdotas de
las vidas de gentes comunes y personajes notables de cada ciudad, de
sus costumbres, gustos, comidas y folclores, en cada lugar a los que se
refería en sus maravillosas clases. No se atenía solamente a la fría y a
veces aburrida descripción de nombres, cifras, datos y descripciones
orográficas e hidrográficas de los lugares, sino queingresaba en la
esencia misma del alma de cada aldea, montaña, río, región o país.
Cuando fue el turno del mundo árabe y en especial de la otrora Persia,
hoy Irán, nos contaba de la enorme e inigualable riqueza cultural,
artística y científica que esa parte mágica del mundo ha aportado para el
desarrollo de la humanidad. Eran horas inolvidables en las que nadie se
perdía una sola palabra de loque el ínclito maestro nos contaba con tanta
erudición, bondad y sabiduría, en forma tan entretenida, profunda,
anecdótica, muchas veces simbólica, pero
siempre colorida,
conocimientos suyos esos impartidos que nos han quedado grabados en
forma indeleble en las mentes y corazones de sus pupilos.

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Uno de los tantos personajes notables que
recuerdo nos hizo aprender de la cultura
árabe es el pococonocido actualmente
Abu'Ali al-Husayn ibn'abd Allah ibn Sina, o
Avicena, un médico y filósofo nacido en
Bujara, cercano al Mar Caspio y hoy
Uzbekistán, antes Irán, en el año 980 DC.
Era un niño precoz que antes de los doce
años, nos decía el profesor, ya había
memorizado el Corán. La mayoría de nosotros
no sabíamos casi nada sobre esta extraña
obra, pues muchos entendíamos que las únicasescrituras que hablaban
de una concepción monoteísta eran la Biblia Judeo–cristiana. Entonces él
se tomaba el tiempo suficiente para darnos una breve pero valiosa
ilustración del subtema en mención y nos explicaba que el Kurán, alQur’an o Corán es el libro sagrado del Islam y que para ellos contiene la
palabra de Dios o Alá y que fue transmitido por el ángel Gabriel, en
revelación, a Mahoma, en eltranscurso de su estancia en La Meca y
Medina desde el año 612 hasta su muerte, en el año 632. Y abundaba en
detalles como éste, con fechas y sitios, en digresiones sabrosas y
anecdóticas que nos deleitaban de manera suma. Nos decía, por ejemplo,
que su liturgia es exclusivamente en árabe, que su significado básico en
ese idioma significa recitación y cuando Mahoma la proclamó a sus
seguidores, éstos lasmemorizaban o, en ocasiones, las escribían en hojas
de palma, omóplatos de camello, pieles de animales o materiales
similares. Nos quedábamos perplejos. Abundaba entonces en detalles y
nos decía que la escritura árabe, al igual que el hebreo original son
lenguas sintéticas que sólo denotan las consonantes y no las vocales y
que por tanto dan origen a varias interpretaciones; que el libro estádividido en 114 suras (capítulos) y que cada uno de ellos tiene un título
diferente subdividido en aleyas (versículos) -nos hacía notar la similitud
con la estructura de la Torá judía-, y que en cuanto a su extensión su
contenido es similar al Nuevo Testamento de la Biblia cristiana; que se
presentaron los textos en una forma inteligente para no aburrir, como
debería ser todo buen libro, señalaba demanera jocosa, es decir, no en
forma cronológica sino que su orden obedece a la extensión decreciente
de sus capítulos, de tal manera que la sura más larga, la segunda , tiene
286 versículos y las más cortas, las 103, 108 y 110, apenas tres aleyas.
Nos quedábamos alelados por tanta sapiencia.
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Y siguiendo con el simpar Avicena, José Noroña nos decía que ésta es
una figura muy importante en el...