95 Tesis Martín Lutero

| Disputa del poder y la eficacia de las indulgencias, comúnmente conocida como la 95 Tesis 
por el Dr. Martin Lutero |
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1. Cuando nuestro Señor y Maestro, Jesucristo, dijo: "Arrepiéntete", llamó a toda la vida de los creyentes a ser uno de arrepentimiento.
2. La palabra no se puede entender como una referencia al sacramento de la penitencia, la confesión y la satisfacción, esdecir, administrado por el clero.
3. Sin embargo, su significado no se limita al arrepentimiento en el corazón, porque tal arrepentimiento es nulo a menos que produzca signos externos en diversas mortificaciones de la carne.
4. Siempre y cuando el odio de sí mismo permanece (es decir, hacia el interior un verdadero arrepentimiento) la pena de mora el pecado, es decir., Hasta que entramos en elreino de los cielos.
5. El Papa no tiene ni la voluntad ni el poder de remitir las sanciones más allá de las impuestas, ya sea en su propio criterio, o por el derecho canónico.
6. El mismo Papa no puede remitir culpa, pero sólo declarar y confirmar que ha sido remitida por Dios, o, a lo sumo, se puede remitir en los casos reservados a su discreción. A excepción de estos casos, la culpapermanece intacta.
7. Dios nunca remite la culpa a nadie sin, al mismo tiempo, por lo que con humildad sumisa al sacerdote, su representante.
8. Los cánones penitenciales se aplican sólo a los hombres que todavía están vivos, y, según los propios cánones, no se aplica a los muertos.
9. En consecuencia, el Espíritu Santo, actuando en la persona del Papa, se manifiesta la gracia paranosotros, por el hecho de que la normativa papal siempre dejarán de aplicar a la muerte, o en cualquier caso difícil.
10. Se trata de un hecho ilícito, debido a la ignorancia, cuando los sacerdotes mantienen las penas canónicas a los difuntos en el purgatorio.
11. Cuando penas canónicas eran cambiados y aplicar al purgatorio, sin duda, parece que la cizaña sido sembrada mientras los obisposdormían.
12. En días pasados, las penas canónicas no se imponían, y no después, sino antes de la absolución pronunciada era, y estaban destinados a ser las pruebas de la verdadera contrición.
13. La muerte pone fin a todas las reivindicaciones de la Iglesia, e incluso la muerte ya están muertos para las leyes canónicas, y ya no están obligados por ellos.
14. Defectuosa la piedad o el amoren una persona que muere va necesariamente acompañado de un gran temor, que es mayor que la piedad o el amor es menor.
15. Este temor y horror son suficientes por sí, independientemente de lo que se diga, que constituye el dolor del purgatorio, puesto que se aproxima muy de cerca el horror de la desesperación.
16. Parece que hay la misma diferencia entre el infierno, el purgatorio y elcielo como entre la desesperación, la incertidumbre, y la garantía.
17. En verdad, los dolores de las almas en el purgatorio debe ser disminuido, y en la caridad debe ser proporcionalmente mayor.
18. Por otra parte, no parece demostrado, por ningún motivo o razón de las Escrituras, que estas almas estén excluidas del estado de mérito, o es incapaz de crecer en la gracia.
19. Tampocoparece demostrado ser siempre el caso que sean ciertos y seguros de la salvación, incluso si estamos muy seguros de nosotros mismos.
20. Por lo tanto el Papa, al hablar de la remisión plenaria de todas las penas, no significa "todos" en el sentido estricto, sino sólo aquellas que él mismo impuso.
21. Por lo tanto, los que predican las indulgencias están en un error cuando dicen que el hombrees absuelto y salvó de toda pena por las indulgencias del Papa.
22. De hecho, no puede remitir a las almas del purgatorio cualquier sanción que la ley canónica declara que sufrir en la vida presente.
23. Si la remisión plenaria podría ser concedido a nadie en absoluto, que sería sólo en los casos de los más perfectos, es decir, a muy pocos.
24. Por lo tanto, debe ser el caso de que la...