año 2014
Compromisos que, con una vida de dos horas –entre las 11 p.m. del31 de diciembre y la 1 a.m. del 1° de enero– generan el sentimiento de súper seres capaces de cambiar en 365 días el curso de sus vidas. Un ánimo que con el paso de los meses desaparece y se archivahasta el próximo año. ¿Por qué nos pasa?
El concepto de año nuevo=vida nueva alegóricamente representa de por sí un problema: esperamos que el mundo cambie en favor a nuestras expectativas, sinproyectar antes cuáles son los cambios que deben realizarse en función de lo que anhelamos. En el corte de año hacemos mil y una promesas adornadas con trampas al destino y a la suerte; los llamadosagüeros son sencillas acciones que tácitamente imparten en nosotros la creencia de que, bajo la ingestión de una fruta –por ejemplo– y la energía que transmitamos al hacerlo, el tiempo nuevo será diferente;la verdad es que, si no actuamos en función de programar estos logros, la magia no los hará posibles.
El ser humano espera por principio que todos los cambios vengan de afuera, pero son pocos losque se comprometen con un cambio que tenga sus raíces en el interior; aquellos que han logrado el éxito tienen en común la convicción de que pueden dar respuesta ante cualquier adversidad.Precisamente, el trabajo en función de la consecución de una meta es lo que realmente permite que las oportunidades se presenten; es así como en realidad funciona la popular la ley de la atracción.
Es por estoque nuestras primeras equis en el calendario deben ir acordes a un proceso que, desde nuestro interior, nos permita proyectarnos hacia lo que deseamos alcanzar, de tal forma que de la mano de...
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