aaaaa
sintió que aquel lugar tenía un algo diferente. Era como una oscuridad
flotante, o algo que no podía definir, pero que estaba allí. Sabía que
era algo que no había experimentado antes.
Rebecca es doctora. Llegaba al Memorial Hospital para comenzar su
entrenamiento en medicina interna. Había terminado en la Escuela deMedicina el mes anterior y por primera vez en sus treinta años de vida
había salido de su casa. No podía imaginarse que las tragedias que
presenciaría en aquel hospital la cambiarían a ella y el curso de su
vida. Aquella oscuridad que percibía su espíritu parecía acecharla...
esperarla. En cualquier momento atacaría, y lanzaría a Rebecca a una
serie de acontecimientos que probarían hasta lo sumo suconsagración
a su Señor y Salvador Jesucristo.
La primera prueba llegó pronto. Llevaba ya unos dos meses en el
hospital cuando una noche como a las 2 A.M. en que trabajaba en el
Salón de Emergencias, llevaron a un hombre de unos 30 años de
edad. Rebecca se estremeció de horror al ver aquel cuerpo magullado
y mutilado. A pesar de que tenía seis años de experiencia como
enfermera de primeraen salones de emergencia en grandes hospitales
del centro de la ciudad, nunca había visto nada igual. Mientras
trabajaba desesperadamente junto con el personal de emergencia
para salvar la vida del paciente, su mente volaba. ¿Cómo era posible?
¿Quién había sido capaz de hacer algo semejante? A todas luces se
veía que había sido torturado. Tenía el cuerpo parcialmente
despellejado, múltiplesquemaduras, puñaladas, azotes y, lo peor de
todo, punzadas de clavos que le atravesaban la palma de las manos.
Estaba inconsciente y en una profunda conmoción.
ElHijodeDios.comDespués de que el paciente hubo recibido los primeros cuidados
médicos, se estabilizó por lo que lo transfirieron a la Unidad de
Cuidado Intensivo, Rebecca miró a los policías que lo habían traído. No
tenían mucho quecontar excepto que se trataba de un caso de
secuestro. Al hallar el cuerpo pensaron que estaba muerto. No
quisieron decir más sobre el caso y se marcharon rápidamente
refunfuñando algo sobre el informe que tendrían que presentar.
Los demás de Emergencia continuaron en sus labores como si nada
hubiera sucedido. A nadie le parecía sorprender ni molestar la
condición del paciente. De nuevoRebecca sintió la avasalladora
sensación de oscuridad que ya había percibido antes. Se sentía muy
intrigada y preocupada, pero no tardó en dejarse llevar de nuevo por
la presión del trabajo. Nada de lo que había vivido hasta ese momento
podía haberle sugerido siquiera la conmoción que le produciría el
testimonio de aquel hombre, que no era otra cosa que un joven
pastor. Tampoco sabía que elsiguiente golpe lo recibiría uno de los
pacientes a quien ella más apreciaba.
Pero antes de seguir, veamos cómo el Señor había preparado a
Rebecca para todo lo que tendría que enfrentar.
Había tenido el gran privilegio y bendición de nacer en el hogar de
unos fieles cristianos que oraban a diario por ella. Había aceptado· a
Jesús como Salvador a muy temprana edad, pero no sabía nada de lo
queera caminar con El. Se había criado en un estricto y estrecho
grupo religioso que no le había permitido entablar amistad ni
interactuar con personas de fuera del mismo. Pero, extrañamente,
siempre se había sentido rechazada por el grupo hasta el punto que
nunca se sintió parte de él. Había sufrido burlas y escarnio en la
ElHijodeDios.comescuela y dentro del grupo religioso. Había crecido conuna profunda
sensación de soledad. Además había sido enfermiza, y la niñez la
había pasado entre la casa y el hospital. Luego, al crecer, se descubrió
que tenía una enfermedad neuromuscular incurable y progresiva. Sus
amantes padres le habían proporcionado estabilidad en la vida y sus
oraciones la rodeaban y protegían, obviamente evitando que entrara
en ese mundo de lo oculto que atrapa a...
Regístrate para leer el documento completo.