abgada
Fidel Castro escribe esta obra como su alegato de defensa, ya que su juicio por el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, comenzará el 16 de Octubrede 1953. Él como licenciado en derecho civil, asume su propia defensa.
Señores magistrados, nunca un abogado ha tenido que ejercer su oficio en tan difíciles condiciones; nunca contra un acusado sehabía cometido tal cantidad de irregularidades. Uno y otro son en este caos, la misma persona.
Como abogado, no he tenido tan siquiera derecho a ver el sumario, como acusado, hace hoy 76 días que estáencerrado en una celda solitaria, totalmente incomunicado, por encima de todos los derechos humanos y legales.
Si como se ha dicho éste ha sido el juicio más importante que se ha dado en estetribunal desde que se estableció la República, lo que yo diga aquí quizá se pierda en la conspiración del silencio que me ha querido imponer la dictadura, sobre lo que ustedes hagan, la posteridad volverámuchas veces los ojos. Ahora juzgan a un acusado, pero ustedes a su vez serán juzgados no solo una vez sino cuantas veces el presente sea sometido a la crítica demoledora del futuro.
Los pueblosposeen una lógica sencilla pero implacable, que riñe contra todo lo absurdo y contradictorio, y si alguno aborrece con toda su alma el privilegio y la desigualdad, ese es el pueblo cubano. Sabe que lajusticia se representa con una doncella, una balanza y una espada. Si la ve postrarse debil ante unos y blandir furiosa el arma sobre otros, se la imaginará como una mujer prostituida esgrimando un puñal.Mi lógica es la lógica sencilla del pueblo.
Les voy a contar una historia: habia una vez una República. Tenía su constitución, sus leyes, sus libertades, presidente, congreso, tribunales; todospodían reunirse, asociarse, hablar y escribir con plena libertad. El gobierno no satisfacía al pueblo, pero el pueblo podía cambiarlo y faltaban pocos días para hacerlo. Existía una opinión pública...
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