abogado
EL PODER DE LA RADIO
Las mil y una historias de Radio Venceremos
José Ignacio López Vigil
¿Quién no ha oído hablar de Radio Venceremos? Voz oficial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional –FMLN-, esta radio guerrillera acompañó durante once interminables años, día a día, la lucha del pueblo salvadoreño. Es todo un récord de radiodifusiónclandestina. En un país tan pequeño como El Salvador –21.000 kilómetros cuadrados- y con un ejército apoyado por Estados Unidos con el más sofisticado aparataje de guerra, la resistencia de la Venceremos resulta una hazaña tan heroica como increíble.
En el libro LAS MIL Y UNA HISTORIAS DE RADIO VENCEREMOS1, José Ignacio López Vigil cuenta lo que le contaron: cómo transmitieron los primeros programasdesde los refugios antiaéreos y bajo bombazos de 500 libras, cómo grababan los corresponsales desde las mismas líneas de fuego, la burla a los famosos goniómetros gringos con simples alambres de púas, la bajada del helicóptero en que viajaba Monterrosa, el rambo del ejército salvadoreño, cuando llevó como trofeo un aparente transmisor de la Venceremos con ocho tacos de dinamita dentro... Decenas deanécdotas vividas por estos locutores que han hecho radio con el micrófono en una mano y el fusil en otra.
Por la importancia histórica y comunicacional de Radio Venceremos, transcribimos el capítulo donde se narra la gran ofensiva guerrillera de noviembre del 89, decisiva para forzar la negociación y lograr los recientes acuerdos de paz. El texto está plagado de salvadoreñismos y de“vulgaridades”. Como dice el autor, ni los guerrilleros ni los soldados suelen hablar con diccionario.
Este capítulo fue profético. En su último párrafo, uno de los fundadores de la Venceremos ya se ve haciendo entrevistas en las barriadas populares de la capital, a cara descubierta, conseguida la legalidad de la emisora. Y así ocurrió. El 16 de enero del 92, tras los acuerdos de paz firmados en Chapultepecentre el FMLN y el gobierno de ARENA, los compas de la Venceremos encaramaron su transmisor en el techo de la Catedral Metropolitana de San Salvador. Santiago, el legendario locutor guerrillero, confundido entre la algarabía de una inmensa multitud que festejaba la victoria popular, transmitía en directo desde la Plaza Cívica. El pueblo había conquistado la paz. Y la Venceremos había conquistado suespacio legal después de tantos años emitiendo su señal de libertad desde las montañas de Morazán.
Fue Manolo2 quien nos dio la noticia:
-La comandancia del FMLN ha decidido lanzar una ofensiva, la mayor de toda la guerra.
-¿Para cuándo?
-Para pronto.
Después de casi diez años, sobran las razones para querer definir la guerra. El país estaba agotado, en ruinas. La gente quiere lapaz. Nosotros también, que nuestra profesión no es ser guerrilleros ni andar enmontañados. El mundo está cambiando y te empujan a resolver los conflictos por la vía negociada. Pero ni Duarte ni menos el alto mando del ejército van a negociar nada si no los presionamos militarmente. No entienden de otra.
-Pues vamos a llevarles la guerra a las ciudades-, prosiguió Manolo.
–Vamos a agarrar toda laexperiencia acumulada en estos años, todo el armamento disponible, todos los hombres, toda la fuerza, hacerles una pelota con todo y meterla en San Salvador. O entienden o revientan.
Eso fue a finales del 88, por septiembre. A los de la Venceremos nos encomendaron la campaña de mentalización de los combatientes para una ofensiva sin retirada. Formamos, pues, una comisión de propaganda ycomenzamos a cranear la consigna.
-“¡Por la justicia social y la democracia todos juntos al combate contra los opresores hasta la victoria final!”, sugirió uno, no digo quien.
-Muy larga, hombre. Antes de acabar de pronunciarla te habrían caído las bombas en la boca.
-“¡Aplastemos al fascismo criminal!”, dijo otro, tampoco lo descubro.
-Muy pesada.
-“¡Construyamos la paz!”
-Muy...
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