Abogado
Ese “milagro venezolano” –distinto a los alemán y japonésde la posguerra; y al chino o al hindú, de hoy- tiene rasgos muy originales que no están en las computadoras oficiales, pero sí en el pellejo de ciudadanos y ciudadanas: “todo está más caro”, se quejala gente; los dólares de CADIVI no fluyen y los del mercado negro rondan los 7 Bs.F por unidad; la escasez de vehículos va de la mano con la especulación y la usura; no se consiguen repuestos de cenasde marcas y modelos de vehículos automotores; suben los precios de las medicinas, seguros de hospitalización cirugía y maternidad, y clínicas privadas; la mayoría de los hospitales públicos están enel suelo y el sistema ambulatorio de “Barrio Adentro” muestra sus limitaciones e incompetencias; el empleo bien remunerado y con estabilidad y beneficios de seguridad social son escasos, mientras lainiciativa privada de empresarios e inversionistas es estigmatizada constantemente y asfixiada de mil maneras; la mayoría de los organismos públicos están en mora con sus proveedores de bienes yservicios, y se niegan a discutir la contratación colectiva con sus trabajadores, a quienes –de paso- desconocen derechos adquiridos y compromisos contractuales.
Venezuela ostenta el puesto número 162,...
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