Aborto
Si algo caracteriza a México y a los países de América Latina es la permanencia de regulaciones muy conservadoras en relación con la sexualidad. Regulaciones que se apegan o defienden el ideal judeo-cristiano de los usos del cuerpo, que circunscriben la sexualidad a los actos reproductivos y que desaprueban el sexo realizado meramente por placer.Tomando en cuenta que el cuerpo tiene como función dar cuenta del orden social y que la sociedad esta dentro de los individuos, hay que reconocer que las tradiciones religiosas han quedado impresas y están en el fondo de valores contemporáneos, pero al mismo tiempo, han sufrido transformaciones significativas por los procesos de modernización y secularización.
Por: Gabriela Rodríguez**Si algo caracteriza a México y a los países de América Latina es la permanencia de regulaciones muy conservadoras en relación con la sexualidad. Regulaciones que se apegan o defienden el ideal judeo-cristiano de los usos del cuerpo, que circunscriben la sexualidad a los actos reproductivos y que desaprueban el sexo realizado meramente por placer. Tomando en cuenta que el cuerpo tiene comofunción dar cuenta del orden social y que la sociedad esta dentro de los individuos, hay que reconocer que las tradiciones religiosas han quedado impresas y están en el fondo de valores contemporáneos, pero al mismo tiempo, han sufrido transformaciones significativas por los procesos de modernización y secularización. La preeminencia de una ética de Estado y de una menor influencia de lareligión en la vida cotidiana, son fenómenos observables aún entre poblaciones rurales e indígenas. En particular es un hecho documentado que frente a las regulaciones sexuales que sostienen las doctrinas religiosas las personas se posicionan de diferente manera, ya sea obedeciendo, lamentándose o rebelándose y, en momentos coyunturales asumiendo actitudes reaccionarias, organizando movimientos deresistencia o encabezando acciones de franca transgresión.
Aunque el individuo no pueda distinguirse de la sociedad, sí puede alinearse y hasta oponerse a ella. En todas las sociedades humanas el instinto sexual se enfrenta a un complicado y sutil sistema de prohibiciones, reglas y valores, costumbres que van más allá de las necesidades biológicas, y que enmarcan a la sexualidad como unaconstrucción cultural. Como señala el historiador inglés Jeffrey Weeks, la historia de la sexualidad no es la historia de un tema determinado, sino la de un tema en constante cambio y recreación. Por ello la sexualidad se evapora entre las manos, es un gesto o una sombra, es la historia de nuestras preocupaciones cambiantes acerca de cómo deberíamos vivir y cómo deberíamos disfrutar o negar nuestrocuerpo[1].
El concepto de sexualidad en occidente, tal como hoy se analiza desde el abordaje crítico del historiador Michel Foucault, es un conjunto de significados dados a ciertas prácticas y actividades, un aparato social que tiene una historia con complejas raíces en el pasado cristiano y precristiano, y que alcanzó una unidad conceptual moderna con efectos diversos.
La sexualidad ha sidoconstruida como un saber que conforma las maneras en que pensamos y entendemos el cuerpo, y los discursos sobre el sexo se entienden como dispositivos de control sobre los individuos, no tanto basados en la prohibición o en la negación, sino en la producción e imposición de una red de definiciones sobre las posibilidades del cuerpo. Hoy la sexualidad es un conjunto de reglas y normas, en partetradicionales, en parte nuevas y un conjunto de cambios en la manera en que los individuos se ven llevados a dar sentido y valor a su conducta, a sus deberes, a sus placeres, a sus sentimientos y sensaciones, a sus sueños[2].
La dimensión subjetiva de la sexualidad, la forma como vive cada ser humano las emociones y los procesos internos de identidad interactúan con las creencias y condiciones...
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