Abraham y los desplazados

PEREGRINOS EN BUSCA DE PAZ

INTRODUCCIÓN

Desde una perspectiva evangélica, el peregrinaje es un estilo de vida, es decir, el cristiano es un peregrino que va recorriendo el mundo, llevando las buenas nuevas de amor y reconciliación en Cristo Jesús. En un mundo en donde todos buscan instalarse, echar raíces y asegurarse en términos materiales, el cristiano está en constanterenuncia, recorriendo diversos lugares y llevando un mensaje de paz, amor y justicia en el ámbito individual y comunitario. Hoy en día, son miles los cristianos que siguiendo el ejemplo de los apóstoles como Pedro y Pablo, renuncian a los bienes materiales y se trasladan a lejanas tierras para solidarizarse con los que menos tienen, compartiendo con ellos alegrías y tristezas.

Los cristianos asu vez, son solidarios también con todos aquellos que por diversas causas tienen que trasladarse desde sus lugares de origen a otras tierras. Estos peregrinos ya sea por vocación o por necesidad, se retiran del lugar que los vio nacer y viajan en condiciones muy precarias, la mayor de las veces a otras urbes, muchas de ellas muy distantes, en busca de mejores condiciones de vida. Lo que losemigrantes desean es encontrar espacios en donde sus hijos puedan crecer en lugares seguros, puedan tener acceso a una mejor educación, los padres puedan contar con mejores trabajos y salarios, en resumen, buscan ciudades en donde la calidad de vida pueda ser mejor para ellos y para sus familias, esto por cierto a mediano y largo plazo, ya que en sus inicios sólo encontrarán mucha precariedad y nologren siquiera, satisfacer las necesidades básicas.

Sin embargo, la elaboración de una propuesta pastoral hacia los emigrantes que ayude a la iglesia a atender dichas demandas y que atienda de manera particular los requerimientos de los desplazados forzosos es una tarea todavía por hacerse en la comunidad evangélica.

A pesar del abundante material bíblico con relación a losemigrantes (la traducción bíblica de Reina y Valera emplea mayormente los términos de forasteros y extranjeros) y considerando las contínuas demandas de la Palabra de Dios en relación al foráneo, que exigen solidaridad a sus necesidades, falta aún elaborar propuestas pastorales que tomen en cuenta sus necesidades y brinden un mejor servicio a los desplazados y refugiados a fin de que las comunidadesevangélicas puedan ser más eficaces en su servicio y testimonio a los emigrantes.

Si deseamos que nuestro ministerio diaconal para con los emigrantes sea más eficaz, se requiere dar un paso adelante y pasar del servicio voluntario y espontáneo, que satisface las necesidades conforme éstas se presentan a un trabajo más serio sobre la base de una buena planificación toma en cuenta lasdiversas necesidades de los emigrantes para brindarles un servicio que considere su problemática en toda su dimensión, tarea por cierto más complicada de lo que se espera.

Cabe señalar que esto no significa que no exista una práctica cotidiana de solidaridad y también de acompañamiento hacia los desplazados en las comunidades evangélicas. Al respecto, es necesario señalar con justa razón quelas iglesias evangélicas, en mayor o menor medida, siempre están prestas a recibir a los foráneos y brindarles diversas expresiones de amor concreto. Aún en medio de sus escasos recursos, las iglesias pueden dar abundante testimonio de acompañamiento y solidaridad para con los migrantes. Los locales evangélicos muchas veces se han transformado en alojamientos provisionales, sus comedores hanatendido a los recién llegados y las casas de muchos hermanos, siguiendo la exigencia cristiana de dar alojamiento al foráneo, se han abierto para dar cabida al que viene en busca de seguridad y refugio.

Sin embargo, a pesar de todo lo anterior descrito, todavía nos falta sistematizar y reflexionar con relación a esa práctica de solidaridad para con los desplazados y ajustarla a todas las...