Abusos ministeriales
Aquí vamos a estudiar cómo Gregorio examina los pecados que impedirían confiar a una persona el gobierno eclesial.
Son cuatro lascualidades requeridas para que alguien sea pastor: que el temor modere el apetito (el deseo de la cima del gobierno), la rectitud de la vida, la manifestación de esa rectitud en palabras, la consideración de su flaqueza que impida que el orgullo lo domine. En la primera parte Gregorio expone las condiciones que debe poseer quien desee el gobierno en la Iglesia. Ese gobierno es codiciado por los honores queimplica. Gregorio describe esa actitud sirviéndose del texto de Mt 23,6-7 (primeros puestos, asientos, saludos en la plaza): "gentes tanto menos capaces de cumplir dignamente los deberes de la carga pastoral cuanto han llegado sólo por orgullo al magisterio de la humildad" [1] . No es Dios quien los ha llamado, su pasión les lleva a arrebatar el gobierno y el Juez los tolera, pero los ignorareprobándolos.
En su argumentación, Gregorio se refiere a la actitud de humildad del "Mediador entre Dios y los hombres" quien rechazó el poder y prefirió la pena de muerte vergonzosa para enseñarnos "...a apartarnos con temor de los éxitos, porque éstos, frecuentemente, manchan el corazón por el orgullo" [2] el alma se engríe, se olvida quién es, se pierden las buenas obras hechasanteriormente. La soberbia nace porque el hombre se acostumbra a la gloria y honores. Igualmente peligrosas son la multitud de tareas que dispersan la atención pero la capacidad para hacerlas provoca el engreimiento interior, con lo cual se cae en el pecado.
Comentando la afirmación de Pablo "Quien desea el episcopado buena cosa desea" [3] anota que se lo puede buscar por la gloria terrena: anhelar ladignidad, el dominio sobre los demás, alabanza propia, deseando los honores y los bienes [4] . Otro rasgo de esta soberbia y vanagloria es el proyecto de realizar "grandes obras" y creer que merece en justicia el puesto que consiguió.
Otra situación que señala Gregorio es la relación entre los fieles y el clero [5] . Aquí también es el orgullo el pecado que se señala, se lesrecomienda mantenerse en lo justo y ser moderados en su forma de presidir así como dar el testimonio de una vida santa. El fundamento de esta última exigencia estriba en la responsabilidad: si han provocado la muerte de los fieles, son responsables de las mismas. Por esto los "prelados" deben cuidar de los demás "sin olvidar cuidarse a sí mismos". Debe, pues, cumplir con una doble responsabilidad: sobre sí mismo ysobre aquellos cuya responsabilidad ha asumido y esto lo debe expresar cumpliendo lo que enseña: "Illaqueatur igitur uerbis oris sui, dum ratione exigente constringitur, ne eius uita ad aliud quod admonet relaxetur" [6]
Comentando Pr 6,3-4 ("Haz esto que digo, hijo mío, y quedarás libre, pues has caído en manos de tu prójimo: corre deprisa, importuna a tu amigo; no concedas sueño a tus ojos...
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