Ac1
-"Lucas, es el primer día de tu último año. Ni tu profesora de Kinder puede creer que lo hayas logrado! Puedes al menos preocuparte en asistir!"
-"Definitivamente está molesta" -pensé, pues sólo me llamaba por mi nombre cuando estaba realmente enojada. Todos me decían Luke, aunque realmente por mí que me llamaran Jeremías, porque ninguno de esos nombres me gustaba, y realmente no ledaba mayor importancia.
La pesadilla que acababa de tener era producto de los sandwiches con Carne y mayonesa que había cenado la noche anterior. Confirmé que era eso lo que había sonado cuando de inmediato, mi estómago urgió que lo llevara al baño. Luego de haberme desechado de mi cena, me preparé para mi desayuno, me cepillé, me bañé, me vestí y salí para el último año de lo que me gustaballamar "el infernal escape", mi colegio. Era un infierno total; todos socializaban con todos en un intento desesperado de llamar la atención, de ser visto por el mundo. Bah, yo buscaba todo lo contrario. Pasar desapercibido. Es decir, ¿Realmente creían que "el mundo" se encontraba en una escuela privada para niños y adolescentes cuyos padres probablemente no aguantaban, puesto que ya debía sersuficiente estrés con sus trabajos diarios? Definitivamente yo no lo creía, aunque si quería dejar mi marca en el mundo, pero no obteniendo más me gustas en Instagram por subir una foto sin camisa, sino más bien haciendo algo que pudiera despertar más mentes brillantes en el mundo. Con tantas redes sociales, cualquier persona puede publicar cualquier estupidéz y recibirá más atención que un niño huérfanoque trabajaba a diario para pagar su colegio y sus necesidades básicas, puesto a que nadie de su familia quería aceptarlo. Ese era mi, ugh, "mejor amigo", Sebastián. Lo escribí entre comillas porque ODIABAMOS decirnos así, no porque no lo eramos, sino porque nos parecía muy estúpido. No estaba interesado en la Universidad, su sueño siempre fué ser dueño de una compañía.
-"¿Una compañía de qué?"-solía preguntarle.
-"¿Acaso importa?" -me respondía, argumento no tan válido, pero quién era yo para juzgar si ni mi carrera universitaria había escogido aún. Realmente no sabía que hacer con mi vida, pero disfrutaba mi último año en el infernal colegio, que al menos era una escapatoria del drama que ocurría en casa. Mis padres estaban divorciados, pero aún vivían juntos puesto a que mi papá fué...
Regístrate para leer el documento completo.