¡Acabemos con la pena de muerte!
La pena de muerte es la negación más extrema de los derechos humanos: consiste en el homicidio premeditado y a sangre fría a manos delEstado. Este castigo cruel, inhumano y degradante, que se impone en nombre de la justicia, viola el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.Bajo mi punto de vista debemos oponernos a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia de la naturaleza del delito, de las características del delincuente o delmétodo empleado por el Estado para acabar con la vida de la persona condenada.
Existen multitud de argumentos para posicionarse en contra de la pena de muerte:
- Enun sistema jurídico, siempre hay errores, y hay muchos inocentes en las cárceles que serían ejecutados.
- En los países en donde existe la pena de muerte no han disminuidolos asesinatos, secuestros, violaciones, etc. La pena de muerte no asusta a los delincuentes.
- En vez de un avance a la ley, sería un completo retroceso a 3000 años antes,cuando se aplicaba la ley del talión, ojo por ojo, en muchos países ya han abolido la pena de muerte porque no ha funcionado, y volver a ponerla sería retroceder.
- La pena demuerte más que justicia es una venganza, ya que el matar a alguien no te recupera a quien tu perdiste, no se puede hablar de defender derechos humanos violando uno mismo derechoshumanos.
El problema, o mejor dicho, las soluciones deberían centrarse en la etapa anterior al delito, en la prevención, y no después. Las respuestas posteriores al delito, talescomo la pena de muerte y la cadena perpetua, no son más que el reflejo del fracaso del Estado en llevar a cabo sus funciones. Y este fracaso recae sobre la vida y libertades de un sujeto.
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